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martes, 22 de septiembre de 2015

El Papa y el dictador

Por Gil Gamés
Gil vio la fotografía con los ojos de plato: el Papa saludaba al anciano dictador, decaído, con la mirada perdida, la barba rala encanecida, vestido con la clásica chamarra Adidas de su último deporte: sumirse en la nada. A su Santidad lo recibió Raúl Castro y ese mismo día policías vestidos de civil detuvieron a 23 mujeres pertenecientes a las Damas de Blanco que se dirigían a la misa que oficiaría el Papa en la Plaza de la Revolución: “salimos de la sede 23 damas de blanco a las 5 de la mañana para llegar a la misa, pero fuimos arrestadas”. En tres fotografías se ve a dos disidentes arrestados por policías vestidos de civil en alguna calle de La Habana. Gil lo leyó en su periódico La Razón: en los primeros meses del año, la dictadura cubana ha arrestado a 564 opositores.

Gilga cruzó esta noticia con la Rayuela de su periódico La Jornada, el breve editorial de la contraportada de ese diario: “que nadie lo olvide: la historia de hoy nace de la resistencia de un pueblo que no se dobló frente al imperio”. Anjá. Cierto, no se dobló ante el imperialismo, por desgracia se dobló ante Fidel y Raúl Castro que se han mantenido en el poder durante 56 años sin elecciones competidas, sin partidos políticos, sin prensa libre, en fon. Dice la nota de La Jornada: “En una emotiva misa en la Plaza de la revolución, el Papa se encontró con los cubanos (…) Ante unas 200 mil personas Bergoglio dijo: ‘quien quiera ser el primero que sea el último de todos y sirva a los demás’”.

Disidentes

Gil leyó en su periódico La Razón que a la hora de la misa Ángel Moya, ex prisionero del Grupo de los 75, fue aprehendido. Con la policía política cubana no hay tu tía: ¿gritas? ¿Protestas? Al tambo en tres patadas. Según el portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Social, Elizardo Sánchez, se han registrado en los últimos días decenas de detenciones de disidentes, “bajo la modalidad domiciliaria, por uno o varios días”. Sí existe tal cosa como la dictadura, no es propaganda yanqui. Gamés caminó sobre la duela de cedro blanco y meditó: hablamos del lugar en el cual se persiguió y persigue a los homosexuales como si fueran delincuentes, el lugar en el que se encerraba a los enfermos de sida, castigados por el terrible mal que portaban. ¿Cómo la ven? Sin albur cubano.

Según la nota de La Jornada, la tarde de la emotiva misa, el Papa se reunió con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución y “le agradeció el indulto a 3 mil 500 detenidos en cárceles con motivo de su visita apostólica”. ¡Santa Cachucha! O sea que habían detenido a 3 mil 500 personas para evitar sus protestas. Y así, quitados de la pena, informamos del indulto, de las detenciones masivas de los disidentes. ¿No los habrán detenido por ser afines al régimen de Castro?, ¿cierto?

Bergoglio improvisa

Durante un encuentro con sacerdotes, seminaristas y religiosas en la catedral de La Habana, el Papa dejó el texto que llevaba preparado e improvisó. Oigan esto por el amor de Dios y de su Santidad: “el espíritu mundano no la conoce (a la pobreza), no la quiere, la esconde. No por pudor, sino por desprecio. Y si tiene que pecar y ofender a Dios para que no le llegue la pobreza, lo hace (…) Cuántas almas generosas destruidas que empezaron bien y después se les fue pegando el amor a esa mundanidad rica y terminaron mediocres, sin amor, porque la riqueza pauperiza. Pero pauperiza mal, nos quita lo mejor que tenemos”.

No se lo tomen a mal a Gil, pero aunque su Santidad se moleste sí quisiera ser pauperizado mediante un poco de riqueza (ah, se extrañaba tanto la voz pasiva), no demasiada riqueza, sólo un poco para pauperizarse con ciertos límites. Gamés empezó bien y luego le entró ese amor a “la mundanidad”, lo acepta con el corazón en la mano. ¿Hay alguien entre ustedes que se ofrezca a pauperizar a Gil?

El Papa cuando improvisa es un argentino al que se encuentra usted en la calle Florida vendiendo dólares: “Nuestra santa madre iglesia es pobre. Dios la quiere pobre. Amen la pobreza como a la madre”. Muy pobre la iglesia católica, mju, ¿un ejemplo?: el Vaticano. Ahí todos visten andrajos, comen semillas y duermen sobre camas de piedra. Es que de veras: la iglesia católica será siempre de un cinismo impresentable.

Gil topó con un proverbio árabe: “al perro que tiene dinero se le llama señor perro”.

Gil s’en va

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