La doctora Mariana Pérez Morales, investigadora de la ENEP Iztacala, afirmó que los padecimientos como la depresión y la falta de tratamiento oportuno pueden ser un factor relevante en los índices de la privación voluntaria de la vida en los municipios.
Refirió que el suicidio se ha constituido como una de las primeras 10 causas de muerte en adolescentes y adultos jóvenes, por falta de empleo, cuadro que se agudiza durante los meses de noviembre, diciembre y enero, por lo que autoridades y empresas deben sumar esfuerzos para atender este problema de salud pública.
En ese sentido, indicó que en la actualidad existe una gran cantidad de investigaciones y desarrollo para el área de neurociencia, lo que permite acercar alternativas médicas a pacientes con depresión, bipolaridad y esquizofrenia.
El mes de diciembre es, junto con el análisis de un año, la temporada en que se eleva el riesgo de suicidios, sobre todo en personas con crisis económica.
Mencionó que el riesgo de suicidio se incrementa hasta un 50 por ciento, aunado a la serie de celebraciones para dar paso a la Navidad y año nuevo, que ocasionan un ciclo de emociones encontradas, lo que podría derivar en una depresión e inclusive en la muerte.
Es común que la población haga indirecta o directamente un recuento de las experiencias vividas, y es cuando la muerte de un familiar, enfermedades y la falta de recursos para poder festejar como el resto de las personas, se manifiestan a través de sentimientos de tristeza, sostiene la analista.
Por ello recomienda extremar precauciones, por el estado depresivo y la falta de interés por las actividades en general que muchos mexiquenses presentan en época invernal, sobre todo los jóvenes.
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