Se trata de un sistema obligatorio que la DGT comenzará a exigir a este grupo determinado de vehículos.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha comunicado la nueva medida obligatoria que los conductores deberán cumplir para poder circular con sus autos a partir de 2023.
Se trata de un dispositivo electrónico que los coches deberán tener, según las normativas de seguridad aprobadas por la Unión Europea en 2018 con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico debido a los excesos de velocidad.
Alerta conductores: el dispositivo que la DGT obliga a incorporar en tu coche (foto: archivo).
El dispositivo electrónico que los coches deberán tener para circular
Se trata de un Asistente de Velocidad Integrada denominado ISA que se tendrá que incluir en un grupo determinado de autos para poder circular y cumplir con el Reglamento General de Seguridad de los Vehículos de la Unión Europea.
Este dispositivo es parte de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción y deberá implementarse en los nuevos coches homologados en el mercado europeo a partir del 2022 y los fabricados desde el 2024, explicaron desde la DGT en su cuenta oficial de Twitter.
Según la Dirección General de Tráfico, ISA funciona mediante un software encargado de conectar el Control de Crucero Adaptativo al GPS con un sistema de Reconocimiento de Señales.
Este un sistema se encarga de avisar al conductor cuando se sobrepasa de la velocidad máxima permitida en la vía pública e incluso podría llegar a controlar el acelerador para evitar excesos.
¿Cómo funciona el ISA?
El sistema funciona mediante una cámara interior que se coloca en el espejo del retrovisor. El ISA nunca actuará sobre el freno del auto, sino que será el conductor quien reduzca la velocidad. De no ser así, el coche se ralentizaría naturalmente hasta el nuevo límite de velocidad.
Por su parte, el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC por sus siglas en inglés) este dispositivo cuenta con una serie de ventajas que son las siguientes:
Aumenta la seguridad para circular por la carretera.
Reduce las emisiones de gases contaminantes, haciendo que los coches sean más ecológicos y menos dañinos para el medio ambiente.
Permite un ahorro de combustible.
Contribuye a reducir las multas por traspasar los límites de velocidad permitidos.
Mejora la percepción de seguridad en las carreteras y fomenta el uso de vehículos alternativos como bicicletas, ya que así no se sentirán tan vulnerables frente a los autos.
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