“No se vale que jueguen con el tiempo de la gente. ¿Qué esperan, que los viejitos se mueran para no pagarles? ¿Qué, nosotros igual para ahorrarse ese dinero? No se vale que utilicen los recursos legales que supuestamente existen para retrasar los tiempos, porque es un dinero que es nuestro. Ya está pagado y tenemos derecho”.
Así cuestionó Salvador Lira la falta de pago de su pensión, que se encuentra entrampada desde hace
3 años debido a que el instituto le entregó un dictamen en donde no se le
reconocían dos años laborados. Por esta situación tuvo que iniciar una
demanda, pero la institución ha alargado los tiempos de espera y lo dio de baja
del servicio médico.
Su caso es similar al de muchos derechohabientes que han
sido orillados a demandar al ISSEMyM por el pago de su pensión y a entrar en
largos procesos que los ponen en condiciones vulnerables.
Lucha por la pensión del ISSEMyM
Salvador Lira trabajó durante 19 años en el Instituto
Materno Infantil, hasta que sufrió una lesión en la columna, por la que
enfrentó tres cirugías. Su médico tratante no encontró mejoría y procedió a
darle su inhabilitación.
De acuerdo con Salvador, al principio esta inhabilitación se
hizo como riesgo de trabajo. Sin embargo, por políticas internas del ISSEMyM no
prosiguió, así que recibió la inhabilitación por enfermedad no profesional que
se demoró un año.
“Cuando es inhabilitación por enfermedad no profesional no
te dan el derecho a los dos meses prejubilatorios que se le llama, tienes que
cerrar tu trabajo tal cual. Me lo aprueban hasta principios de febrero del 2020
para ya presentar mi renuncia el 15 de marzo. Durante ese periodo, yo tengo que
revisar que mi dictamen venga correcto en cuanto a los años de servicio
laborados y los datos generales. Al revisarlos nos damos cuenta de que no se
reconocen dos años completos”.
Además de la tardanza de los procesos del instituto, se
sumaron los tres años de demanda que inició con un abogado particular en marzo
del 2020. En ese periodo, Salvador señaló que los tiempos se alargaron por
solicitudes que el ISSEMyM hizo de documentación con la que deberían de contar
y pidiendo prorrogas a las autoridades.
“Me querían pagar únicamente 17 años de servicio, siendo que
yo labore 19 cumplidos. Por ende, tuve que recurrir a un abogado de manera
particular e iniciar un procedimiento para que fueran reconocidos, dado que por
enfermedad no profesional me inhabilitan con el 55% de mi salario, nada más”.
Otros problemas
En este tiempo para el ingeniero Salvador la situación ha
sido cada vez más adversa, pues el procedimiento le impide emplearse en
otro trabajo de manera formal.
“Es bastante difícil, porque por mi condición de salud no
puedo trabajar. En primera, no puedo inscribirme con una empresa, digámoslo
así, contratarme con una empresa a dar soporte técnico vía remota ni nada,
porque como estoy en proceso de inhabilitación al momento de darme de alta en
el Seguro Social, pierdo mi pensión y todos mis derechos”.
Salvador reconoce el trabajo de la magistrada Mónica Ochoa,
pues ya cuenta con una sentencia favorable que obliga al ISSEMyM a emitirle
un nuevo dictamen sobre su pensión. No obstante, el proceso aún se encuentra
detenido en la sala uno del Tribunal a la espera de que sea notificado.
Mientras tanto, Salvador, como otros derechohabientes, debe seguir
esperando que el conflicto se resuelva.
“La verdad es muy muy difícil porque aparte de los gastos de
la casa –manutención de mis hijos, estudios y demás– está el gasto de
medicinas, el gasto de estudios clínicos que requiero hacerme.
Desgraciadamente, hemos echado mano de empeñar cosas, vender cosas”, concluyó.
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