Pese a que la marina tiene el control de la terminal aérea, los hurtos de maletas de pasajeros siguen siendo el pan de todos los días
del equipaje de los pasajeros del Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México es cosa de todos los días, así lo
encontró la Marina Armada de México, desde que tomó el control de seguridad del
aeropuerto en febrero de este año.
Videos de las cámaras de seguridad del aeropuerto a los que
tuvo acceso Imagen Noticias con Ciro Gómez Leyva muestran las
actividades de personal civil de seguridad que aprovechan los puntos de
revisión y de paso del equipaje para robar dinero y pertenencia de las y los
pasajeros.
En uno de los puntos más vigilados del país, el filtro
anterior al abordaje, se ve como un guardia esculca una bolsa abierta.
Encuentra un billete, lo toma, lo cambia de mano y se lo lleva al
bolsillo. Pero el dinero le pica en el muslo y lo lleva a un nuevo
escondite.
Son empleados de distintas empresas los captados en las más
de dos mil 500 cámaras que hay en el puerto aéreo.
En otro se ve a un hombre que trabaja en los vagones
de traslado de equipaje, sin estar facultado para revisarlo, abre una maleta,
extrae una bocina portátil y la oculta en su pantalón.
Conscientes de que trabajan bajo vigilancia, la rutina de
los ladrones es simular que no miran la maleta en la que hunden las manos.
Así roban empleados de empresas privadas a pasajeros
del #AICM todos
los días. #ImagenNoticias obtuvo
decenas videos de cámaras colocadas en ambas terminales donde se ve cómo abren
maletas, esculcan bolsas y se roban lo que pueden, incluso en los filtros de
seguridad: pic.twitter.com/AbUGqnnQKw—
Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) November
24, 2022
Tras ser descubiertos desde el área de monitoreo del
circuito cerrado, los responsables son detenidos, sus tarjetas de
identificación aeroportuaria aseguradas y puestos a disposición de sus empresas
para que sean despedidos. Difícilmente se puede hacer más porque se trata de
asuntos sin denunciante.
Es una batalla de cada día, de cada momento, desde que el
personal de las empresas privadas entra al aeropuerto, hasta que se va.
Tranquilos, los guardias atraviesan el mismo punto de revisión que debe cruzar
cada final de turno. Algunas veces, llevan entre sus ropas una pequeña
perfumería.
A la complejidad de la operación, la administración y la migración
se suma el enorme reto de la seguridad, no sólo porque algunos trabajadores son
más bien ladrones privilegiados, sino porque algunos pasajeros tienen la mala
idea de ser ladrones de ocasión.
Por ejemplo, una mujer, que se ve en un video, camina al
sanitario con su bolso de mano y otra pasajera va detrás de ella. La segunda
regresa con la bolsa, se dirige a la salida y aprieta el paso. Como si fuera de
su propiedad, toma su vuelo y aterriza en Cancún, donde ya la espera la
policía. Esta vez, la propietaria, vivió una segunda sorpresa relacionada con
su viaje a México y con la misma bolsa: la recibió devuelta a las puertas de su
casa, en Colombia.
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