El Hotel Geneve ubicado en pleno corazón de la Zona Rosa abrió sus puertas en 1908 y, desde entonces, ha sido testigo de anécdotas y hechos históricos, sociales y culturales que han dejado huella en la CDMX. Este lujoso resort destaca por su arquitectura y diseño de influencia europea y los visitantes descubren en su interior antigüedades y algunas obras de arte que han sido parte de su historia. A principios de los años 90 Grupo Carso, de Carlos Slim compró el hotel que es un referente turístico de la capital mexicana.
Por sus instalaciones han pasado grandes personalidades
como el Primer Ministro de Inglaterra, Winston
Churchill, Charles Lindbergh; los actores Marlon Brando, Jack
Palance, Sophia Loren; el arquitecto, Luis Barragán; los escritores Julio
Cortázar, Gabriel García Márquez y el coleccionista Franz Mayer; y
recientemente, recibió a la premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai, así
como cientos de presidentes de todo el mundo. Hoy ofrece recorridos
guiados para conocer sus obras, sus tesoros y su historia.
En este hotel Porfirio Díaz se enteró del inicio de la
Revolución
En 1907, durante el régimen de Porfirio Díaz, el Hotel
Geneve abrió sus puertas y fue el primer Hotel en México en implementar
estándares de confort iguales a los de las grandes ciudades del mundo, por ello
era común que recibiera huéspedes de Europa y Asia, incluso era uno de los
favoritos de Porfirio Díaz quien llegaba con su familia a disfrutar
de la comida del restaurante.
Se dice que el 20 de noviembre de 1910 el entonces
presidente de México se encontraba desayunando aquí cuando se enteró del inicio
de la Revolución Mexicana y que incluso comió aquí en compañía de su
familia para aparentar que todo estaba en orden en el país. Cómo prueba de
esto quedó el cheque con el que el presidente pagó y que se exhibe en una de
sus vitrinas.
El hotel era considerado un ícono a finales del
siglo XIX y principios del XX porque fue el primero en implementar los
estándares de los hoteles europeos. Cada habitación tenía espacios más amplios
y contaba con un baño completo con ducha, lavabo y sanitario, llave de agua
caliente y de agua fría, pero sin las jarras de agua propias de la época
Actualmente en este Hotel Museo único en México se
puede conocer en una visita, además de recorrer una exposición
permanente con antigüedades y obras de arte que han sido parte de su
historia por más de cien años. No te vayas sin admirar su majestuoso
Lobby, sus deslumbrantes habitaciones temáticas, el Phone Bar donde
se exhiben teléfonos antiguos y un piano que perteneciera a Agustín Lara, y sus
asombrosas habitaciones, entre otras reliquias.
En la restauración del hotel se cuidaron los tonos y los
acabados conforme a la época de su creación, vitrales de plomo, pavimentos
de mármol, así como herrajes originales que se conservan y que le dan
un toque diferente al hotel. Los muebles están fabricados en madera de caoba y
cedro rojo, y están labrados a mano, sus cajones se ensamblaron mediante
cola de Milán sin la necesidad de utilizar clavos.
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