La reforma ya aprobada y publicada señala que quienes formaban parte de la extinta Policía Federal deberán salir de la Guardia Nacional. Hasta ahora, las autoridades no les han explicado qué sucederá con ellos y sus empleos.
La reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador que
determinó pasar el control operativo y administrativo de la Guardia
Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ya aprobada por
el Congreso y publicada en el Diario Oficial de la Federación, deja fuera
de la corporación a los 23 mil 236 policías federales que laboran en
ella. Los elementos señalan que no saben qué pasará con ellos, por lo que
acusan incertidumbre y discriminación.
El decreto por el que se avaló este cambio establece que la
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) “dispondrá que el
personal procedente de la extinta Policía Federal cese de prestar sus servicios
en la Guardia Nacional, por lo que seguirá bajo su adscripción, conservando sus
derechos laborales adquiridos”.
Además, establece que el personal de la Policía Federal que
pertenezca a los organismos especializados de la Guardia Nacional continuará
prestando sus servicios para esta corporación, pero especifica que solo será de
manera temporal y “conforme a los convenios de colaboración que para tal efecto
se formalicen entre las secretarías de Defensa Nacional y el ramo de seguridad
pública”.
Sin embargo, elementos de la extinta corporación policial
aseguran que las autoridades no les han informado sobre el lugar de trabajo al
que serán transferidos ni sobre si seguirán conservando sus cargos. Solo les
han hecho saber que existe aún la posibilidad de acceder al esquema de “retiro
voluntario” para dejar de formar parte de la institución o tener cambio de
función, pero sin la certeza de si conservarán sus prestaciones laborales.
Animal Político consultó sobre el tema a autoridades de la
SSPC y de la Guardia Nacional. En respuesta, ambas instancias se señalaron
entre sí, asegurando que es responsabilidad de la otra la transición de
uniformados, sin brindar mayores detalles.
Policías acusan incertidumbre y discriminación
Para los policías federales que aún están en la Guardia
Nacional, todo es incertidumbre. Están seguros de que el motivo por el que los
quieren fuera es solo para no “ensuciar” a la corporación creada en la
administración de López Obrador, quien insiste en que la extinta Policía
Federal fue una institución corrupta.
“Tenemos una idea de qué va a pasar con nosotros, porque
ellos lo único que dicen es que nos van a sacar a la Secretaría de Seguridad y
Protección Ciudadana, vamos a depender de ellos. O sea, en la Guardia Nacional
nada más va a haber militares. Entonces, nos van a mandar a la Conase (Coordinación Nacional Antisecuestro), nos van a mandar a
cuidar instalaciones, bancos, presas, penales, y por ahí se maneja otra área
como de investigación”, dice el capitán Rómulo, adscrito aún a la Guardia
Nacional en Sinaloa.
Sin embargo, considera que es una mentira que les vayan a
respetar sus derechos laborales adquiridos, como refiere el decreto publicado
el 9 de septiembre pasado, pues no les quieren respetar la antigüedad ni
el grado ni el salario.
“Por ejemplo, yo soy capitán, pero mi grado me lo quieren
quitar para que quede vacante para la Guardia Nacional. Entonces, si me quitan
el grado me dicen que me tengo que bajar a los sueldos que tienen en la Conase,
en este caso”.
Un suboficial de la Guardia Nacional en el mismo estado, que
pidió mantener su nombre en el anonimato, dice que las autoridades también han
ofrecido procesos de baja a través de un Programa de Separación
Voluntaria, aunque les piden desistir de sus amparos si es que han
tramitado alguno.
“Justo o no, pero dicen los compañeros: ‘Pues prefiero irme
con lo que me ofrecen a que después me corran con un control de confianza’. Y
pues tienen razón. Pero es un miedo tan feo con el que te duermes y con el que
te levantas. Es un estrés que estamos viviendo que dices tú: ‘¿Oye, por qué
está pasando todo esto?’”.
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