· Que la esposa del Presidente recomendó al nuevo Rector
· Sospechoso que fuera nombrado
“por unanimidad”
· Se estaría violando la
Autonomía Universitaria
Por Miguel Ángel Cristiani González
Para quienes, a estas alturas del partido, todavía no se reponen
del asombro por la designación de Martín Aguilar Sánchez, investigador del
Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales, como rector de la Universidad
Veracruzana para el período 2021-2025, pues resulta que ahora en Radio Bemba se
ha empezado a filtrar que la designación del más importante funcionario en la
Máxima Casa de Estudios, se debió a la recomendación que hiciera la mismísima
esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller.
Desde que la Junta de Gobierno -responsable de la elección
del rector- anunció que “por unanimidad de votos de sus miembros, se había
elegido a Martín Aguilar Sánchez como sustituto de Deifilia Ladrón de Guevara,
comenzó a parecer sospechosa, la “casualidad” de que todos los miembros votaran
a favor del que hasta esa fecha era un perfecto desconocido en la comunidad
universitaria.
Unanimidad, como para que no se viera que no se estaba
cumpliendo con la “recomendación”
Apoco ninguno de los otros dos miembros de la terna
finalista, logró convencer y demostrar a los miembros de ese cuerpo electoral,
que era mejor candidato y merecía tener al menos un voto a favor.
¿¡Entonces, para que escoger y hacer pública una terna de
finalistas, si todos iban a votar por el investigador Chairo!?
Por favor.
No se sabe, a ciencia cierta, como sería que la esposa del
presidente de la república -que también es historiadora y periodista- habría
“sugerido” que Martín Aguilar, un investigador del
Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, sin ninguna
experiencia administrativa de valor, era la mejor opción que se tenía para
encabezar los destinos de la institución.
Apenas el viernes pasado, comentábamos en la Bitácora
Política el hecho de que todavía hasta hace unos meses el presidente López
Obrador repetía sin cansancio “que nunca se permita el amiguismo, el
influyentismo y nepotismo. Ninguna de esas lacras de la política. Morena debe
ser faro de moralidad.”
De acuerdo con la enciclopedia de Wikipedia, Amiguismo es ser
parcial para con los amigos en la concesión de empleos y otras ventajas a
personas de confianza, sin importar si están calificados. Por lo tanto el
amiguismo es contrario en la práctica y en principio con la meritocracia.
Por su parte, la Real Academia de la Lengua Española define
amiguismo como “Tendencia y práctica de favorecer a los amigos en perjuicio del
mejor derecho de terceras personas.”
De confirmarse la versión, sería sumamente grave, porque no
solo se estaría practicando el amiguismo en la Máxima Casa de Estudios, sino
que se estaría violando la mismísima Autonomía Universitaria que tanto se
enarbola.
Hay que apuntar que la llamada autonomía universitaria es la
independencia política y administrativa de una universidad pública, respecto de
factores externos.
El principio de autonomía universitaria sostiene que la
universidad debe ser autónoma y autogobernada, y que debe elegir sus propias
autoridades sin injerencia del poder político, decidiendo sus propios estatutos
y programas de estudio.
Y es tan grave que se haya elegido al rector por amiguismo
con el máximo poder político, que estaría poniendo además en evidencia, a la
llamada Junta de Gobierno, que su función primordial es precisamente la de
recibir, analizar y decidir sobre las mejores candidaturas a la Rectoría.
Tal vez sería conveniente, el establecer otro sistema de
elección, que no dependa de unos cuantos notables, sino que participe toda la
comunidad universitaria, directores de escuelas, facultades, institutos,
centros de investigación, docentes y alumnos, que de hecho, ya están
representados en el Consejo Universitario.
Mientras tanto, el calendario sigue corriendo, ahora bajo la
rectoría de Martín Aguilar Sánchez, que ya debería de estar dando a conocer los
cambios y los nombres de quienes habrán de ocupar -además de la secretaría
administrativa y académica que ya fueron nombradas por la Junta de Gobierno-
los otros principales puestos y áreas de trabajo.
En principio, ya se hace notar la ausencia -hasta ahora solo
son rumores- de quien será el responsable de la Coordinación de Comunicación
Social, que se supone debe de estar informando desde ya, de lo que está
ocurriendo en la Universidad Veracruzana, la institución de enseñanza superior
más importante del Golfo de México y de todo el sureste del país.
Sin haber sido nombrada oficialmente aún, hay quien ya se
pasea por los pasillos de Rectoría, presumiendo que será la nueva Coordinadora
de Comunicación Social y advierte a quienes hasta hace unos días eran sus
amigos y compañeros reporteros y de lucha por la libertad de expresión, “que en
la nueva administración, no habrá convenios con ningún medio de comunicación”.
Sería bueno que alguien le explique a esa luchadora social,
que la Universidad Veracruzana, no es una dependencia oficial del gobierno del
estado y que precisamente, una de sus funciones primordiales es la de la
difusión de la cultura, junto con la docencia y la investigación.
Por eso es que en su lema se puede leer: Liz de Veracruz,
arte, ciencia y luz.
Aprovechado el viaje, que también le expliquen que los
medios de comunicación, como con los que la UV debiera de tener convenios de
publicidad para que en sus espacios le publiquen sus comunicados, son empresas
privadas, que precisamente viven de eso, de vender espacios en sus respectivos
medios.
Pero si ya de entrada están arribando al poder chairo
izquierdista, mediante el cuatachismo y el amiguismo, que se supone es opuesto
a las ideologías o tendencias políticas de derecha, pues ahora se puede esperar
cualquier otra cosa.
Así las cosas, por falta de un adecuado flujo de
información, seguirá imperando la zozobra y la inquietud sobre los cambios, que
se supone, debe de hacer el nuevo rector Martín Aguilar Sánchez.
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