María de la Asunción García Samper
Elvia Martínez Contreras.
La conciencia de conservación del patrimonio histórico de
los pueblos fundadores de Ecatepec no debe supeditarse al hecho del uso de
éste; corresponde a la colectividad, a los habitantes cuya identidad en la que
comparten territorio y lengua, les permite apreciar, valorar y defender su
legado artístico y simbólico, día a día, en colectividad, en grupo,
reconociendo los elementos de pertenencia.
Mantener una
visión histórica del pasado conservando intactas las características
estructurales arquitectónicas y artísticas, así como detener el saqueo y el
tráfico de obras de arte son parte de la intensa lucha que caracteriza a los
pobladores de la tierra heredada por los abuelos.
El espacio
arquitectónico-urbano constituía el lugar en el que interactuaban y se
reconocían los integrantes de la sociedad y es precisamente aquí en donde
encontramos elementos asociados al todavía espacio-tiempo indígena prehispánico
como referente para el análisis de sus
premisas y naturaleza.
El pensamiento
ilustrado y los nuevos conceptos morales se consolidan a través de la
construcción e interrelación entre medio ambiente, evangelización, implantación
de las doctrinas religiosas y edificios monumentales que se alzan hacia los
cielos en un constante proceso de cambio cultural significativo y a la vez
integrante del mestizaje en términos raciales y culturales.
Las iglesias,
conventos, seminarios, escuelas, plazas públicas, edificios administrativos de
gobierno, etc. erigidos desde el siglo
XVI; destacan por su monumentalidad, calidad constructiva, materiales y ornato,
así como por las técnicas usadas en el México Prehispánico, fusionadas con las
de los españoles.
La Cruz católica
fue un eje sustancial de identidad arquitectónica artística que distinguía la
tipificación de la nueva religión sustentando la conquista, exponiendo aspectos
de la condición humana relevantes para entender su profundo significado. Su
omnipresencia es un indicador cultural complejo, es definitivamente el símbolo
de la integración de dos mundos que busca eliminar las raíces mexicas hundidas
en el rico sustrato que dio origen al nacimiento de la Gran Tenochtitlán y
pueblos avecindados.
Este Catálogo de
Monumentos Históricos pretende despertar el interés real por la comprensión de
nuestra historia, conocer las características, el significado y el respeto por
los tesoros que heredamos, en una práctica permanente de investigación,
rescate, conservación y difusión de este legado.
Así es como se
honra a nuestra Patria, sabedores del infatigable trabajo, dedicación,
sufrimiento, explotación, hambre, imaginación, talento, creatividad, habilidad
de grandes artistas trabajadores de la construcción, la madera, la piedra, el
mármol, el metal, el oro, la plata, la cerámica, la pintura, la escultura, la
cantera, el adobe, la cal, la baba de nopal, los pigmentos naturales, el
tezontle, el barro, el estuco, la paja, el ixtle, los textiles, el yeso, y
tantos otros materiales que forman este universo de voluntades, de
conocimientos y de consecución de un fin para que nosotros y generaciones
venideras tengamos el orgullo de decir que: Ecatepec es un pueblo digno con un
pasado glorioso y que posee un invaluable patrimonio cultural que lo distingue
como un lugar de alto rango.
Sera presentado el día 30 de septiembre por María del Carmen
Flores titular en Ecatepec del Suteym, a las 5 de la tarde en Ecatepec con la
presencia de las autoras María de la Asunción García Samper y Elvia Martínez
Contreras, Jordán Rangel Giacardi estará
ausente pero es también coautor del libro.
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