“La verdad es una obra única en el mundo, creo que sólo en China puede haber algo así, se resolvió todo, no tenemos ningún problema jurídico, por eso no se ha detenido ni un solo día”, dijo
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente Andrés Manuel López Obrador está orgulloso, pues consideró que el modelo con que se ha trabajado la construcción del Aeropuerto de “Santa Lucía” ha sido tan exitoso que debería aplicarse en todas las obras públicas y, ya en el tema, expresó:
“La verdad es una obra única en el mundo,
creo que sólo en China puede haber algo así, se resolvió todo, no tenemos
ningún problema jurídico, por eso no se ha detenido ni un solo día”, dijo
Aún más, el presidente sostuvo que el
aprovechamiento de la Base Área de Santa Lucía, donde su gobierno decidió
construir el aeropuerto al suspender el que avanzaba sobre el exlago de
Texcoco, “es una de las obras más importantes del mundo, sobre todo por la
calidad y la rapidez con la que se está construyendo”.
Avance pese a los amparos
Hoy, durante su conferencia de prensa
matutina, López Obrador abordó ampliamente el megaproyecto aeroportuario,
refiriéndose inclusive a quienes se opusieron. En concreto, señaló los amparos
que durante 2019 intentaron frenar la cancelación del aeropuerto del Lago de
Texcoco y oponerse al de Santa Lucía acusando, como en otras ocasiones, los
negocios inmobiliarios que pretendían realizarse en torno al proyecto
cancelado.
Directamente se refirió a Claudio X
González, fundador de la organización civil, Mexicanos Contra la Corrupción e
Impunidad, que intentaron frenar el cambio de proyecto mediante amparos. El
asunto causó malestar en el gobierno durante 2019, de manera que el presidente
llegó a llamarles “cartel amparero” y, esta mañana, señaló también al exministro
José Ramón Cossío, quien asesoraba la oposición por la vía judicial.
Para el presidente, Claudio X González y el
exministro, “tienen que asumir sus responsabilidades”, en esas maniobras.
En tanto, consideró que se construyeron
mitos en torno al cambio de obra, entre estos, el que indicaba que no podían
operar Santa Lucía y el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México,
de manera simultánea.
Contó que desde hace 50 años pensó en que
la opción era construir ahí, en Santa Lucía, el nuevo aeropuerto y que poco
antes de iniciar la campaña exploró cómo estaba el lugar y si era viable.
En su alocución sobre el megaproyecto
aeroportuario, mencionó que había corrupción en los contratos de obras públicas
no sólo en el aeropuerto, que se realizaban con empresas extranjeras. Aunque
sin relación con el aeropuerto de Texcoco, señaló concretamente como
beneficiarias de las malas prácticas a las españolas Repsol y OHL, así como a
Oceanografía, cuyos ejecutivos, dijo, regalaban a los funcionarios relojes de
hasta un millón de dólares.
Finalmente, el mandatario agradeció el
trabajo de los ingenieros militares y del empresario José María Rioboo por
ayudarlo a sacar adelante el proyecto.
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