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lunes, 24 de junio de 2019
Las crisis del verano
Enrique Quintana
Algunas de las peores crisis financieras tanto en México como en el mundo ocurrieron en el verano.
Si fuéramos supersticiosos, no es bienvenida esta estación del año que comenzó el viernes pasado y que durará hasta el domingo 22 de septiembre.
Hay excepciones, como la crisis de 1994 y el 'error de diciembre', que estalló junto con la entrada del invierno.
Pero, verá usted, con el recuento que le compartiré que algo parece haber en el verano, que hace frecuentes los grandes trastornos financieros.
1.- La devaluación del peso tras 22 años de estabilidad.
Hacia el medio día del martes 31 de agosto de 1976, Mario Ramón Beteta, secretario de Hacienda y Ernesto Fernández Hurtado, director del Banxico, dieron un mensaje en el que anunciaron el fin de 22 años de la paridad fija del peso con el dólar en 12.50.
2.- La crisis de la deuda externa.
En agosto de 1982, el secretario de Hacienda de México, Jesús Silva Herzog, acudió a Nueva York para anunciar que México ya no tenía recursos para seguir pagando su deuda externa. Estalló entonces una crisis que adquirió proporciones mundiales.
3.- La nacionalización de la banca y el control de cambios.
En su Sexto Informe, el 1 de septiembre de 1982, el presidente José López Portillo respondió a una crisis financiera de grandes proporciones con la estatización de la banca privada, así como con el establecimiento del control de cambios, lo que prolongó la crisis financiera y generó un grave enfrentamiento con el sector privado.
4.- La crisis asiática de 1997.
El 2 de julio de aquel año, el bath tailandés se devaluó, rompiendo la paridad fija que tenía con el dólar. El pánico se generalizó y se extendió inicialmente a Indonesia, Malasia y Corea del Sur, pero posteriormente a los mercados emergentes.
5.- La crisis rusa en 1998.
El 13 de agosto de aquel año, como secuela de los efectos de la crisis asiática, el rublo se devaluó y los mercados bursátiles se desplomaron. Los precios del petróleo llegaron a niveles de 12 dólares por barril. Como secuela de la crisis rusa se produjo el colapso del Long Term Capital Management (LTCM), una de las mayores de hasta entonces.
6.- La crisis desatada por el ataque a las Torres Gemelas.
También el ataque que partió en dos la historia reciente y que produjo el derrumbe de las Torres Gemelas, ocurrió en los últimos días del verano, el 11 de septiembre del año 2001 y además de las bajas y el impacto social, agravó la recesión en la que ya se encontraba la economía de los Estados Unidos.
7.- La quiebra de Lehman Brothers.
Aunque la gran crisis de 2008-2009, la más profunda en los tiempos modernos, se gestó desde muchos meses atrás, el evento que la detonó en toda su magnitud ocurrió también en el verano. Fue el 15 de septiembre de 2008, cuando la declaratoria formal de quiebra de Lehman sacudió a los mercados y generó una ola de desconfianza que luego se convirtió en pánico.
Esta lista de acontecimientos ocurridos en el verano no implica que necesariamente tenga que ocurrir una crisis en la estación del año que comenzó el viernes pasado, pero no deja de ser llamativa la frecuencia de acontecimientos que cimbran las finanzas en este periodo.
Esperemos que ni los problemas predecibles, como la relación con Estados Unidos o la situación de Pemex, ni los impredecibles, vayan a irrumpir en las próximas semanas o meses para seguir validando la existencia de las crisis del verano.
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