CIUDAD DE MÉXICO
Aunque psicológicamente no tienen un perfil, los mexicanos que no les gusta la Navidad, los llamados “grinch”, son personas que han experimentado diferentes situaciones en la época navideña, aseguró la psicóloga, Susana Báez Tlaxalo.
El fenómeno de personas grinch es muy reciente, entonces si sería aventurado el decir que tienen un perfil psicológico específico, ya que son varios factores los que van a influir para que a las personas no les guste la Navidad, más que alguna patología o algún trastorno de personalidad”, señaló.
Otro aspecto que influye en esta época es lo fisiológico, ya que los seres humanos tienden a resentir que los días en diciembre son más cortos y las noches más largas, “procesamos ciertos neurotransmisores que producen un estado de felicidad, entonces es necesario recibir baños de sol para que se completen estos ciclos”, explicó la psicóloga.
Al ser días más cortos y al venir de días nublados, pues los niveles de los neurotransmisores se van a venir abajo, lo que va ocasionar que estemos un poco tristes, agregó.
Respecto a las cuestiones sociales, vamos encontrar personas que consideran la Navidad como una época de mucha hipocresía, detestan la época por pésimos recuerdos de su infancia o malos recuerdos familiares, por lo que lejos de ser un festejo agradable pues se torna en un triste recuerdo.
A otros no le gusta la comida que se hace en Navidad, ni dar regalos e incluso aborrecen los intercambios de regalos familiares o en la oficina.
“ES UNA TEMPORADA DE MUCHA HIPOCRESÍA”
Para Miguel Cabrera Gómez, de 38 años e ingeniero civil, la Navidad es una temporada de mucha hipocresía.
Para empezar de fe, en donde se celebra el nacimiento del niño Dios pero nunca han hecho actos de contrición, ni siquiera van a misa una vez en todo el año, pero esa fecha todos son devotos o la usan de excusa para celebrar”, afirmó.
También es una época de mucha hipocresía personal, porque abrazas y deseas lo mejor a quien ni soportas ver, ya sea del trabajo o la propia familia y “aparte está la hipocresía del consumismo, todos se dicen ambientalista y hay quema de cohetes, envolturas sin fin, es la época donde se genera demasiada basura”.
Miguel señala que desde la adolescencia se dio cuenta que era una celebración que no iba con él, aunque destaca que todos tenemos libertad de festejar lo que queramos en el modo que deseemos y con quien merezca la pena hacerlo.
Bien por ellos, a quienes lo celebran con regocijo y bien por ellos para quienes lo ven como vacaciones de sus actividades cotidianas. En México cualquier excusa puede ser festejo, incluso tenemos día del taco”, comentó.
Por otro lado, dijo que tampoco le gusta la comida de Navidad, “el pavo siempre les queda seco y el bacalao muy salado”. Así como las películas de la época, como “Mi pobre angelito”, que son el estigma de la fecha como Ben Hur en Semana Santa.
“EN NAVIDAD MI MAMÁ ME CORRIÓ DE SU CASA”
Para Carlos Gamaliel Izquierdo Santana, de 32 años, la Navidad le trae muy malos recuerdos, ya que en una de ellas “cuando tenía 14 años mi mamá me corrió de su casa y es difícil no asociar ese recuerdo con esta fecha”.
Además le molesta comprar la mayoría de las cosas, “yo estaba acostumbrado a que me regalaran todo y no preocuparme por gastos. Otro punto que me molesta es el tráfico en la ciudad, es un desmadre de proporciones bíblicas y me caga”.
Afirma que la mayoría de los mexicanos que si celebran la Navidad son gente “bien vacía, gente con bajo intelecto y que hablan de compartir, convivir y buenos sentimientos, pero no aplican realmente nada de eso en sus vidas diarias, ni siquiera en diciembre que es cuando se supone con mayor razón deberían aplicarlo”.
Con todo y todo, me encanta ver la ilusión en la cara de mi hijo por la Navidad y se que tarde o temprano se desilusionará por estas fechas, pero parte de la vida es vivir la desilusión de las cosas que consideramos muy bellas”, afirmó.
“DESDE QUE DEJE DE SER NIÑA NO ME GUSTA LA NAVIDAD”
Ileana Álvarez Tort, vendedora de 43 años, señaló que desde que dejó de ser niña ya no le gusta la Navidad, ya que la considera una época de “tanta hipocresía que hay en mi familia y sus regalos no son de corazón si no por compromiso”.
Dijo que cada quien celebra lo que quiere, pero ella prefiere no hacerlo.
Si hay que reunirnos o celebrar que sea de corazón y no por un simple compromiso, fomentemos el amor de familia desde niños y no rompamos esos lazos”, afirmó.
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