Monseñor Guillermo Fernández
Tomás Moro es considerado el santo de los políticos; sin embargo su devoción es nula.
Monseñor Fernández Orozco.
Tomás Moro demostró que aún en la vida política se puede convertirse en un santo, ya que él fue canciller del reino de Inglaterra y debido a su testimonio de vida, se le beatifico, señaló el vicario general de la diócesis de Toluca, monseñor Guillermo Fernández Orozco, quien hizo un llamado a los políticos para tomar a los santos como su héroe religioso
Aunque reconoció que en México la devoción a santo Tomás Moro -santo de los políticos- es nula, siempre ha habido políticos que si le prenden veladoras a algún santo para que les ayuden
En el marco de los festejos a Santo Tomás Moro, la autoridad eclesiástica refirió que aquí en México y en particular en el Edomex, no hay mucha devoción hacía este personaje
Explicó que dentro de la política hay gente muy valiosa y han surgido muchos hombres rectos, “aquí no se ha promovido esa parte y ni creo que les interese. Además muchos consideran que no se pude mezclar la política con la religión”, subrayó.
La finalidad de un santo es doble, afirmó monseñor Fernández Orozco, primero como intercesor, es decir, es alguien a quién se le pide acompañanos para cumplir la misión, pero también, agregó, es como un modelo a seguir, pues muestra los pasos a seguir para conservar la rectitud.
“Los santos son como héroes religiosos que nos enseñan como y por donde caminar, además de que como dijo Papa, los santos no pasan de moda. Ellos respondieron a Dios en su tiempo y sus circunstancias, por lo que esto implica un ejemplo para seguir el ejemplo en el tiempo y las circunstancias actuales”, detalló.
El vicario de la diócesis de Toluca consideró que los políticos de hoy deben conocer la vida del santo Tomás Moro, pero sobre todo leer su libro La Utopia que por cierto cumplirá 500 años de su publicación, “aquí no hay mucha devoción, pero creo que si debieran conocerlo. Creo que aquí en México pegaría más la devoción al beato Anacleto González Flores de Guadalajara que mataron en la Guerra Cristera y cuyo lema era por Dios, la patria y la familia”, aseveró.
Lo cierto, aseguró monseñor, es que muchos políticos tienen devociones particulares y por ende, van y prenden veladoras a su santo, “es cierto que hay una separación entre iglesia y estado, pero también existe una libertad religiosa. La iglesia y la política no están peleadas, eso debe quedar claro”, finalizó.
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