Toluca, México.- El grito ¡Eeehhh puto! es una vergüenza para México, pues tiene un contenido homofóbico y discriminatorio, señaló el profesor e investigador, Héctor Miguel Salinas Hernández, quien refirió que aunque se argumenta que se trata de un grito “inocente”, en realidad esa palabra es escuchada por muchas personas que han sido agredidas y violentadas.
En la presentación del libro denominado “¡Eeehhh puto!: Violencia homofóbica en el futbol, espectáculo del siglo XXI”, el especialista explicó que desde sus inicios, el futbol tiene el rasgo de una masculinidad dominante, ya que no era juego para mujeres o débiles.
Indicó que luego de escribir el libro, recibió muchas agresiones y reclamos, porque pensaban que se trataba de un escrito contra el futbol, “en mis siete libros nunca me mentaron la madre tanto como ahora por pensar que era un libro contra el futbol, pero no es así”, añadió.
Sobre el grito indicó que tuvo su origen en el año 2000 en Guadalajara, aunque se volvió masivo desde hace cuatro años, y que prácticamente representó la cereza en el pastel en toda esta homofobia, que existe desde que comenzó el futbol.
Y es que, afirmó que el futbol desde los inicios en México en la zona minera de Hidalgo, se da esta masculinidad dominante que desemboca en homofobia, y se expresa en la actualidad con el famoso grito de ¡Eeehhh puto!, en los estadios de México.
Salinas Hernández, mencionó que aunque para muchos se trata de un grito inocente, tiene un alto componente homofóbico y por ende es negativo, “basta decir que esa palabra es quizás la última que han escuchado muchas personas que han sido asesinadas o violentadas”, agregó.
En este sentido, recalcó que este grito producto no de la tradición ni del folclor mexicano, es prácticamente una vergüenza para México, “cuando fue el mundial de futbol aquí en México, la ola fue un acto dentro del futbol que fue de orgullo, pero este grito, no es más que una vergüenza para el país”, recalcó.
Lo más grave, agregó, es que ahora que el grito se ha adoptado en el futbol femenil con el ¡Eeehhh puta!, lo cual es aún más grotesco, “los que gritan eso deben de entender que esas palabras generan muertes y agresiones”, dijo.
Finalmente, el autor del libro consideró que las autoridades del futbol requieren de llevar a cabo una verdadera campaña para hacerle entender a la afición que este grito es homofóbico y discriminatorio.
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