La Iglesia Católica inició una rebelión en contra del presidente Enrique Peña Nieto y pidió votar en contra del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en las pasadas elecciones, donde el tricolor perdió el control de los congresos, 4 estados donde siempre había sido gobierno, y en algunos estados como Veracruz, quedó como tercera fuerza política. El motivo: las iniciativas que envió el mandatario para legalizar el matrimonio igualitario y la adopción a parejas del mismo sexo.
Esto enfureció a los jerarcas y el voto católico se volcó a favor del PAN y sus alianzas. “Los católicos somos ciudadanos y votamos… ¿No debe usted respetar a la mayoría católica del país? El mismo respeto que usted se merece se lo exijo yo también y le exijo una disculpa por discriminar mi fe”, señaló monseñor Daniel Medina Pech en una carta dirigida a Peña Nieto.
En entrevista, para El Universal, el padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, aceptó que sí hubo trabajo de la Iglesia y especialmente de los fieles para votar en contra del PRI por la propuesta para legalizar el matrimonio entre homosexuales en todo el país. Pero le resta méritos al PAN y dice que Rosario Robles no tiene moral para opinar sobre el tema.
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