Por: Cesar Román Vergara Anguiano
Colaborador del MEXIQUENSE y estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública del Centro Universitario UAEM Zumpango.
Lo que parecía una elección favorable para el partido demócrata y que asegurara a dicho partido la presidencia del país más poderoso del mundo se ha tornado en un panorama turbio e incierto.
A unos días de la convención demócrata salieron a la luz casi 20,000 mensajes publicados por el sitio de internet WikiLeaks evidenciando un boicot por parte del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) contra el pre candidato para la presidencia de Estados Unidos Bernie Sanders. Esta publicación de los e-mails ha provocado dentro del partido una fragmentación y fuera de sus filas, los simpatizantes han mostrado su enojo y repudio a este acto de política sucia por parte de la que fuera secretaria de estados hasta hace unos meses.
Esto trajo como consecuencia que la renuncia de la presidenta interna del partido Wasserman Schultz, quien luego de externar una disculpa a nombre del DNC anunció que se sumaría a la campaña de Hillary Clinton en estados como Florida. Sin embargo, la consecuencia más grave para el partido son las múltiples manifestaciones de simpatizantes al pre candidato Bernie Sanders que desde que se dio a conocer la información no cesan de manifestar su inconformidad hacia el partido y mostrando pancartas en contra de la candidata Hillary Clinton.
Punto para Trump
Hace unas semanas, el diario “The Washington Post” publicó encuestas de preferencias en donde Clinton superaba a Trump por apenas dos puntos porcentuales. Sabemos que esas encuestas, si bien dan una idea del rumbo que tentativamente tomen las elecciones no son en gran medida confiables. Sin embargo tomaremos eso como referencia.
A diferencia del partido demócrata, el partido republicano vive un momento de solidez por parte de sus simpatizantes. Durante la convención republicana hubo errores garrafales, como el plagio en el discurso de Melania Trump; hubo polémica en la participación de Ted Cruz quien negó el apoyo al candidato y un intento de bloqueo por parte de los delegados republicanos que, narra The New York Times, abuchearon a algunos oradores. La ventaja de esto (si así se le puede llamar) es que los simpatizantes siguen confiando en el discurso profundamente nacionalista de Donald Trump.
Me resulta realmente angustiante un punto en especial, la consolidación del “Homo Videns” del afamado politólogo italiano Giovanni Sartori. Es decir, el discurso que presentó el señor Trump durante su participación en Cleveland en días pasados es sumamente convincente para la audiencia, mostró sentimientos que pudieron ser captados por los millones de televidentes en todo el mundo. Lo angustioso de esto es que los ciudadanos americanos caigan en el juego demagógico que busca plantear el candidato republicano. Las suertes están echadas, han iniciado con solidez este camino, en comunión con sus simpatizantes, cosa que considero yo, lo más importante.
Lo que le queda a los demócratas
Buscar a como dé lugar que Sanders salga a hablar a favor de ellos, que manifieste públicamente su apoyo y pida a sus simpatizantes confiar en el proyecto de Clinton. Han dado ya el primer paso, la dimisión del cargo de la presidenta interna fue una salida de emergencia para calmar la tempestad, que quien ocupe su cargo logre recuperar ese voto de confianza que se han perdido. A Clinton, no le queda más que confiar en su excelente equipo de trabajo, su imagen ha sido golpeada de manera cruel, ahora no habrá palabra de su boca que haga creer al ciudadano estadounidense ciegamente en ella, sin duda esto llegó en el peor momento posible, pero repito Sanders podría, con uno de sus magistrales discursos apaciguar la tempestad.
Por lo pronto, los latinoamericanos que radican en estados unidos viven momentos de angustia, la candidata se siente golpeada previo a la convención demócrata y yo seguiré rezando porque gane el o la mejor.
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