Concluyeron que el poder legislativo mexicano es uno de los que cuenta con mayor opacidad en América Latina y alertaron que bajo esta circunstancia será una catástrofe la reelección de legisladores, que surtirá efecto a partir de los diputados que se elegirán el 7 de junio.
El estudio evaluó que tan transparentes, accesibles y cercanos a la ciudadanía son las 34 instituciones legislativas del país, es decir, la Cámara de Diputados de San Lázaro, el Senado, y los 32 congresos locales, incluida la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana indicó que "nuestro parlamento no es abierto y está lejos de serlo", pues ninguna de las 34 instituciones legislativas hace públicas sus declaraciones de interés.
En este sentido, la investigadora del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE) y articulista de Excélsior, María Amparo Casar, comentó que el Congreso de la Unión ha aprobado leyes de transparencia para el poder Ejecutivo, pero hace caso omiso al escrutinio propio.
Un dato sobre la marginación hecha poder legislativo en México es que sólo el 44% de los congresos locales permite que los ciudadanos acudan a sus trabajos de comisiones, y sólo un 3% de estos cuerpos legislativos publica la versión estenográfica del debate en las mismas.
Sobre el manejo del dinero que disponen para su funcionamiento, los congresos de Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, y Quintana Roo no cumplen con ninguna variable de información presupuestal y administrativa.
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