Paula Hernández Olmos, coordinadora nacional del Programa Prospera, rechazó que los 15 alimentos comprados en las tiendas Diconsa con alto valor nutricional puedan ser vendidos en lugar de ser consumidos por los beneficiarios, como lo advirtió el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“¿Por qué pensar que las mujeres que están en condiciones de vulnerabilidad van a utilizar mal su tarjeta, cuando la prioridad es la alimentación de sus hijos?”, cuestionó.
Ayer publicó el Coneval y recomendó al gobierno federal revisar la viabilidad de la Tarjeta de Apoyo Alimentario Sin Hambre, pues alertó que existe el riesgo de que los beneficiarios revendan los alimentos en lugar de consumirlos.
En entrevista, Hernández Olmos indicó que se trata de una “simple suposición” del Coneval, incluida en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014, ya que no hay una sola denuncia por mal uso de la tarjeta Sin Hambre.
“En ningún caso se ha podido determinar que la mamá haya hecho mal uso de esta tarjeta; hoy por hoy no hay una sola denuncia de estas más de 700 mil familias en México, de alguien que haya hecho mal uso de la tarjeta. Nosotros estamos confiando en las mujeres, confiando en que el uso de la tarjeta lo van a hacer para comprar cualquiera de estos 15 productos”, manifestó.
La ex diputada federal del PRI por Hidalgo señaló que además existen evaluaciones como las realizadas por Un Kilo de Ayuda, organización ajena al gobierno, que visita catorcenalmente a tres mil niños en Chiapas, que arrojan resultados importantes, en el aumento de talla y peso de los menores en municipios como Ocosingo, Tapachula y Zinacantán, lo que significa que la tarjeta Sin Hambre está cumpliendo con su cometido.
Destacó que en caso de detectarse alguna irregularidad hay mecanismos para denunciar, revisar y en todo caso retirar el apoyo a las familias, a través de las más de dos mil 500 unidades de atención regional en todo el país; los buzones que hay en las delegaciones de la Sedesol en los estados; el número telefónico gratuito 01 800 550 550 o a través de la página de internet www.prospera.gob.mx.
Paula Hernández Olmos consideró que en este momento no se requiere ningún otro candado para la tarjeta Sin Hambre, por lo que se continuará con las evaluaciones programadas para este año con el Instituto Nacional de Salud Pública, Un Kilo de Ayuda y demás instituciones, “para corregir cualquier deficiencia que pudiera surgir en el camino”.
Recordó que la tarjeta Sin Hambre se otorga de preferencia a las mujeres de familias con niños que están por debajo de la línea de bienestar, que es de 750 pesos mensuales en zonas rurales y mil 500 pesos en zonas urbanas.
Detalló que se trata de una tarjeta de débito con chip del Banco Social de México (Bansefi), donde quedan registradas las huellas digitales de la titular, que es la única que puede comprar alimentos en las tiendas Diconsa, con el depósito que recibe cada dos meses de mil 116 pesos.
Agregó que hasta el momento se han entregado 717 mil tarjetas Sin Hambre en todo el país, que benefician a 2.8 millones de mexicanos y el reto para finales de 2015 es llegar a un millón de plásticos.
“Sin evidencia”
En tanto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) aclaró que no ha detectado ninguna evidencia de fraude en el proceso de las tarjetas Sin Hambre.
“Lo que el Coneval ha destacado en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2014, presentado en diciembre de 2014, es únicamente lo siguiente:
“La Tarjeta Sin Hambre tiene la intención de aumentar el consumo de productos nutritivos entre la población en pobreza. Será importante realizar un monitoreo constante para constatar que los productos no son revendidos o usados como insumos de producción en otros negocios. Este posible resultado incrementaría el ingreso de las familias, pero debido a que no es el objetivo principal de la tarjeta habría que repensar su aplicación, si fuera el caso”, refirió el organismo.
“Ésta, al igual que el resto de las recomendaciones emitidas, ha sido aceptada por la Sedesol, con el compromiso de tomar las medidas necesarias para implementar las mejoras en esta estrategia”, agrega Coneval.
De acuerdo con cifras de la Sedesol, hasta la fecha 1.75 millones de beneficiarios cuentan con la Tarjeta Sin Hambre, con la que las familias pueden adquirir 15 productos básicos con alto valor nutricional, a precios preferenciales en las tiendas Diconsa.
“El objetivo es que las familias que viven en pobreza extrema de alimentación, en comunidades alejadas, tengan un beneficio directo que les garantice la ingesta de alimentos nutritivos”, señala la dependencia federal en el sitio de la Cruzada Nacional contra el Hambre.
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