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miércoles, 16 de agosto de 2023

Datos del Coneval malinterpretados

 


Ramses Pech

El secreto no es medir la pobreza, es saber cómo las familias pueden tener más ingresos.

Las personas no están interesadas o preocupadas en saber si su vecino es pobre o no. Están ocupadas en cómo obtener la mayor cantidad de ingresos para su hogar ante una tendencia a tener salarios bajos en el mercado laboral y el incremento en los costos de las canastas básicas. Dando lugar a que más gente tenga que dejar de estudiar para aportar dinero a la familia y el dejar tener un bienestar económico en el futuro.

Con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de 2022, del Inegi e información gubernamental, realizamos la siguiente evaluación, sobre cómo tener acceso a una mejor vida, sustentada de la siguiente forma con:

Bienestar económico: Está definido por los ingresos percibidos por una persona que son insuficientes para adquirir bienes y servicios requeridos y para satisfacer las necesidades de un hogar. Tomamos los siguientes conceptos del reporte, los cuales podrían orientar dónde está tu familia hoy y a dónde debería ir.

A) Consideremos primero el ingreso corriente total per cápita según de dónde lo obtiene cada persona, mismo que contempla el monetario y no monetario, los cuales deben ser suficientes para adquirir a los productos de las canastas (alimentaria + no alimentaria). De conformidad con los datos a nivel nacional, en promedio, la gente cubrió el costo de ambas canastas en el periodo del 2016 a 2022.

Pero el dato resulta irrisorio y poco confiable, debido a que para cubrir a todos los mexicanos, era necesario recibir dinero de los programas sociales, lo que es una realidad que no sucede. Además, cada persona debería de tener un segundo empleo y una propiedad que le remunere alguna renta. Esta es una realidad que no todos cumplen, y es ahí donde surge el individualismo en los hogares.

Siendo reales, hoy nadie del promedio nacional puede pagar las canastas antes mencionadas, aun considerando que se tenga una aportación mensual en programas sociales, los cuales han incrementado 80 por ciento en los últimos 6 años.

Además, de las 32 entidades federales, solo 16 en su promedio de ingresos pueden cubrir el costo de la canasta. Las familias sobreviven.

B) Sabiendo que la gente no tiene los ingresos promedio nacionales y estatales requeridos para cubrir el costo de las canastas, es cuando entra la segregación de ingresos por medio de deciles, para el entender que parte de la sociedad mexicana, puede tener un bienestar económico.

Primero, debemos definir cómo calcular en qué decil está tu hogar. Esto se obtiene al sumar los sueldos totales de quienes trabajan en la familia y dividirlos en el total de personas que viven contigo, ahí tendrás un promedio que se ajustará a cada miembro de tu hogar y podrás saber a qué decil perteneces. Ejemplo; si el papá gana 6 mil pesos y la mamá 4 mil, el total son 10 mil al mes, y hay cuatro personas en el hogar, entonces la familia estaría entre el segundo y el tercero. Siendo que en primer decil, encuentra la población en condición más vulnerable, mientras que, en el décimo, están las personas con mayores ingresos.

Pero en el ejemplo anterior debemos considerar, la cantidad del ingreso corriente total per cápita, el cual cambia a según el ámbito de residencia, es decir si es rural o urbana.

Al realizar la revisión de lo anterior por tipo de decil y tipo de residencia se adicionará la variable del costo de las canastas (alimentarias + no alimentaria) en cada zona, entonces encontramos lo siguiente:

Rural: El decil uno al siete, las personas que estén en este intervalo no pueden pagar el costo de las canastas. Para hacerlo deberían tener una familia de cuatro personas y un ingreso por arriba de 16 mil pesos mensuales, esto significa que sí solo una persona labora debe ganar al menos 2.5 salarios mínimos, siendo que hoy el máximo de salarios que pagan en promedio dentro de la población económicamente activa, no pasa de dos. Esto significa, una segunda persona, debería trabajar para poder tener un buen bienestar económico.

Urbana: En esta zona en los deciles uno al seis, no pueden pagar el costo de las canastas, ya que una familia con cuatro integrantes, donde solo uno labora, este debe tener un ingreso de alrededor de 22 mil pesos, ganando entre 3.5 a 4 salarios mínimos. Pero ¿a quién le pagan esa cantidad actualmente en una zona urbana, o metropolitana? Por ende, y con los resultados observados, en casi todas las familias, deberá estar laborando dos personas.

Derechos sociales: Contemplan a lo que por ley, cualquier persona debe tener acceso dentro de México para su desarrollo personal, como es el derecho a un bienestar económico mayor. Los dos rubros principales son :

A) Educación: México tiene un rezago educativo en su población que pasó de 19.0 por ciento (23.5 Millones de personas) a 19.4 por ciento (25.1 Millones). Existen 18.3 millones de personas que no tienen acceso a estudiar en preparatoria o licenciatura. Cabe recalcar que 90 por ciento de la educación está dada en forma pública, es decir que ser un país ignorante dependerá de la administración de la nación y de las políticas públicas establecidas en el periodo ejercido.

Existen 61 millones de personas en México que tienen acceso a la educación, pero solo 54 por ciento están en las aulas. Las personas apenas terminan la secundaria y muchas no pueden continuar sus estudios debido a que tienen que aportar ingresos al hogar. Es mucha población con conocimientos básicos, pero de qué sirve, si no hay mejora en la calidad de vida.

B) Salud: Las personas que presentaron carencia por acceso a servicios de salud pasaron de 16.2 por ciento a 39.1 por ciento entre 2018 y 2022, es decir, 20.1 y 50.4 millones de personas están en esta situación, respectivamente. La gente no tiene cómo estar sana, lo que ocasiona problemas en el desarrollo económico en el corto y mediano plazo, al tener una población enferma o con una incapacidad para continuar trabajando. Además con los salarios actuales, muchas personas no tienen el acceso a una dieta bien balanceada.

Si bien han aumentado el número de empleos y registros en el seguro social, las personas ocupadas de la PEA no cuentan con acceso a servicios de salud por prestación laboral, debido a que hay mucha informalidad, lo que los lleva a depender de seguros de gastos mayores o consultas a doctores de bajo costo.

En conclusión, a las personas no les interesa saber si en México hay más pobres. La realidad promovida hoy día no debe ser el total, debe ser medida en forma individual, para cada hogar mexicano e informarles cuánto dinero deben ingresar para tener un bienestar económico y derechos sociales.

 

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