Comentario y Debate
Mauricio Valdés
El pasado domingo celebramos el 106 aniversario de la
Promulgación de nuestra Constitución Mexicana de 1917. La Revolución Mexicana
había triunfado y los grupos que lograron sobrevivir se pusieron de acuerdo en
un nuevo pacto social que nos ha permitido avanzar en un periodo de paz, aunque
el proyecto sigue pendiente en muchos aspectos. Por eso es fecha significativa
para afirmar nuestra convicción colectiva para seguir construyendo una nación
democrática, libre, justa y de bienestar.
Han pasado 28 meses desde Octubre de 2020 cuando en el
Secretariado Técnico para la Reforma de la Constitución (SECTEC) habíamos
iniciado los trabajos encomendados por la LVX Legislatura Mexiquense, que
atendió la propuesta del Senador Higinio Martínez Miranda. Es tiempo para presentar
el Proyecto de Reforma Constitucional elaborado a partir del texto vigente, con
las aportaciones de ciudadanos, expertos y servidores públicos, y pedir a las y
los diputados de la LXI Legislatura, sus aportaciones y luego formular la
Iniciativa que continúe el proceso legislativo. Logramos superar pandemia y
trabajamos a distancia, respetamos las restricciones de la veda electoral. Sin
prisa y sin pausa, nada nos detuvo.
Es indispensable recuperar la confianza ciudadana. Diversas
encuestas en la mayor parte del mundo indican la deteriorada confianza en los
gobiernos, los partidos políticos, sindicatos, iglesias, empresas y
organizaciones sociales. Vivimos en un mundo de grave crisis de confianza, o
dicho de otro modo: vivimos desconfiados. Por eso es indispensable seguir con
un proceso que gane credibilidad.
En cierta forma es final de una etapa. Simultáneamente es un
principio. Ambos significan renovación y cambio. Seguimos la línea de la
evolución constitucional iniciada en 1824 con la Ley Orgánica Provisional para
el arreglo del Gobierno Interior del Estado; en 1827, cuando Texcoco fue
Capital del Estado, el Gobernador Melchor Múzquiz promulgó nuestra primera
Constitución Local; en 1855, el Gobernador Plutarco González expidió el
Estatuto Provisional para el Gobierno Interior del Estado; en 1861, el
Gobernador Felipe Berriozabal expidió la Carta Constitucional; en 1870, el
Gobernador Mariano Riva Palacio publicó la Constitución reformada; en 1917, el
Gobernador Agustín Millán publicó la actual Constitución, que fue reformada y
promulgada en 1995, por el Gobernador Emilio Chuayffet Chemor. Es una incógnita
quien promulgará esta Reforma Integral a la Constitución, toda vez que estamos
en pleno proceso electoral que definirá quien logre ganar. Claro que mi corazón
es Mexiquense y Texcocano.
Nuestro Estado es muy distinto territorial, social,
económica y políticamente al de las reformas anteriores. Los retos actuales nos
obligan a plantearnos nuevas formas para superar el atraso y lograr la
transformación para la modernidad y la prosperidad de las mayorías. Divididos
podemos hacer poco, pero juntos tenemos la capacidad para lograrlo.
Mauricio Valdés
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