El ejército que destruyó México
Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521, contaba con 99% de soldados
indígenas y menos de 1% de españoles. En las cifras recientes que manejan
los historiadores, hay polémica sobre las cantidades más no en las
proporciones, sostuvo Federico Navarrete Linares, investigador del Instituto de
Investigaciones Históricas de la UNAM, en una nueva sesión del
Seminario México
Tenochtitlan. Siete siglos de historia, organizado por la Secretaría de
Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) del gobierno de la Ciudad
de México.
Como parte de la conferencia virtual
titulada “El papel de Tlaxcala en el proceso de la Conquista”, el doctor
en Estudios Mesoamericanos, abordó uno de los episodios más polémicos de la
Conquista, pues en el que, sin embargo, casi todo el mundo reconoce la
importancia de ese grupo y de otros aliados mesoamericanos en la rendición de
los mexicas y la posterior destrucción del imperio.
Navarrete Linares señaló que las cifras
suelen ser de mil españoles por cien mil indígenas, aunque se piensa que
pudieron haber sido más de los pueblos originarios.
Pese a que no hay consenso en las cifras de
combatientes, precisó que los españoles nunca pasaron de mil. “Se reconoce que
estas alianzas con los tlaxcaltecas y otros pueblos fueron clave. La mayoría de
los historiadores aceptan que no podemos hablar de una conquista española hacia
México, pues ello significaría pretender que lo que hizo el uno por ciento”,
sostuvo.
El también investigador de prácticas discriminación
y racismo en las naciones americanas, indicó que cada vez es más
claro que la explicación tradicional de ese hecho histórico, aquella que relata
el hecho de que 500 hombres españoles llegaron a Mesoamérica convencieron,
engañaron y manipularon a los mesoamericanos para conquistarlos, ya nadie la
cree, pues es históricamente es falsa por las cifras reveladas.
En palabras de bienvenida al encuentro, la
doctora Ofelia Angulo Guerrero, subsecretaria de Ciencia, Tecnología e
Innovación de la SECTEI, expresó que popularmente se ha considerado que
los tlaxcaltecas fueron, desde el principio, los aliados más fieles
de Hernán
Cortés, algo que significaría que fueron aliados sin
reparo.
Navarrete Linares, autor de los libros
“México racista” y “Alfabeto del racismo mexicano”, reveló que Tlaxcala es
quizá la entidad política más conocida e importante que apoyó a los
españoles.
Lo que resultó en los últimos 40 años previos
a la Conquista,
dijo, fue una situación de equilibrio geopolítico en el que los mexicas no
tenían suficiente fuerza para acabar con los tlaxcaltecas, y éstos no contaban
con el suficiente poderío para liberarse de los mexicas.
El investigador expuso que, a la llegada de
los españoles a Tlaxcala en 1519, los aliados hispanos desde Veracruz les
indicaron que fueran a la entidad del centro del país, pues sus habitantes eran
enemigos de los mexicas. Los tlaxcaltecas atacaron a los españoles porque eran
un pueblo que nunca había renunciado a su independencia.
En septiembre de 1519, prosiguió, los
españoles fueron atacados por los tlaxcaltecas. La guerra duró una o dos
semanas, y estos últimos estuvieron a punto de derrotarlos, quienes nunca antes
se habían enfrentado a un ejército tan grande y bien organizado.
Sin embargo, la derrota del pueblo
originario ante los españoles se debió a dos factores esenciales:
“El primero es que, desde los primeros días
de la batalla, los tlaxcaltecas alimentaron a los españoles. Darle de comer a
tu enemigo obedece al concepto mesoamericano de guerra justa, que comprendía no
ataques sorpresa”.
El segundo, sostuvo, fue que los españoles
atacaron de noche. “Las guerras en Mesoamérica siempre eran de día. Los
españoles realizaron emboscadas nocturnas a poblaciones cercanas a sus
campamentos hasta llegar a los señoríos principales. Los tlaxcaltecas se dieron
cuenta de que los extranjeros tenían una capacidad de violencia nunca antes
vista en la tradición mesoamericana, y que derrotarlos iba a ser demasiado
costoso; resultaba mucho más conveniente aliarse con ellos”. Cortés no
les ganó la guerra a los tlaxcaltecas. Los españoles eran 500, y los
tlaxcaltecas 20 o 30 mil soldados.
Después de la matanza del Templo
Mayor, estalló la guerra en México Tenochtitlan, enfrentamiento en el que
tanto tlaxcaltecas como españoles terminaron huyendo, episodio que se conoce
como la Noche
Triste, pues murieron más de dos terceras partes de los soldados españoles,
y la mayoría de los tlaxcaltecas.
Uno de los aliados clave de españoles y
tlaxcaltecas fueron los texcocanos. Esa ciudad era la segunda ciudad del Valle
de México y había sido aliada de los mexicas en la Triple Alianza 80 años
atrás. Al final, traicionaron a los mexicas y se aliaron con los españoles y
los tlaxcaltecas, y así seguir como una ciudad poderosa.
Hubo otros pueblos con contingentes más pequeños
que apoyaron a los extranjeros por sus propias razones. Así, se formó una
coalición con la creencia de perseguir sus propios objetivos de destrucción al
pueblo mexica.
El doctor Navarrete indicó que este
ejército, 99 por ciento indígena y uno por ciento de españoles (1519-1521), se
unieron por una causa común: vencer a los mexicas.
“Tlaxcala fue tan vencedora el 13 de agosto
de 1521 como los españoles y los texcocanos. La mayoría de los indígenas eran
vencedores porque estaban del lado del ejército que destruyó a México
Tenochtitlan y sólo uno entre decenas de pueblos era el vencido: los mexicas”.
En los siguientes 30 años, Tlaxcala fue
fundamental en lo que se llamó la Nueva
España. Participó en más de sesenta conquistas diferentes en otras regiones
como el Pánuco, en Occidente y el Sur, de acuerdo con lo que cuenta el Lienzo
de Tlaxcala (códice pintado entre 1545-1550).
Este estatus especial de ciudad tlaxcalteca
aliada de los españoles y no como una ciudad conquistada, se mantuvo hasta
1821, cuando se disolvió el pacto colonial.
La historia de “los indios vencidos es un
invento del siglo XIX mexicano, de la historiografía nacionalista; escribieron
sus historias como vencedores, no como vencidos”.
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