María de la Asunción García Samper.
Elvia Martínez Contreras.
Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C.
Introducción
Aquí hablaremos donde se localizaba el pueblo hídrico
originario de Ecatepec en el siglo XVI, ya que no era como hoy lo conocemos
cercano a las antiguas playas tanto del lago de Texcoco como el de Acalhuacan o
de Xaltocan, su distribución prehispánica y en los albores del llamado
encuentro se trataba de un gran centro ceremonial con sus montículos cívico
religiosos, el mercado, su juego de pelota, las terrazas habitacionales y
también las aldeas que conformaban este núcleo poblacional que con los años
ampliaría sus límites. Plano 1.
Sabemos que
estaba gobernado por el Tecuhtli o señor de origen otomi-chichimeca y mexica,
esta genealogia se va a centrar en una de las hijas de Moctezuma y la princesa
de Ecatepec de nombre Cihualxochitl la que fue hermana de Panitzint
Malhuanitzin hijo del señor de Tlatelolco. (Figura 2).
El antiguo Ecatepec estaba compuesto por el centro
cívico-religioso y económico, además de pequeñas aldeas y se distribuía en las
faldas del cerro del Ehecatl hacia las barrancas del Ehecatl y de las llamadas
de las Venitas, ser continuaba hacia las faldas de los cerros cercanos dejando
huella de la impronta humana, como es el lugar llamado del observatorio, un
centro religioso en los límites de la actual barranca de los Tejocotes. (figura
3)
Contamos con
evidencias arqueológicas del Ecatepec de hace 3000 años de una pequeña
población fincada en las orilla de la llamada barranca del Ehecatl, esta aldeas
de unas 50 casas esparcidas y construidas con cimientos de piedra y barro y las
paredes de palos gruesos y los techos igualmente y despues tapados con las
pencas de los magueyes ya que la economía de esta se centraba en la siembra del
maguey y su explotación intensiva, así como en tres productos importantes de la
trilogía agraria que eran el frijol, el chile y el maíz, el agua la obtenían del
arroyo que pasaba por la barranca y venia desde las altas montañas de la
sierra, aguas cristalinas las cuales eran utilizadas para regar sus campos
agrícolas y para el consumo humano.(Figura. 4)
Enterraban a sus
muertos debajo donde se encontraba el fogón ya que este lugar donde convivía
toda la familia era el hogar de todos y alli estaban presentes las deidades
femeninas y masculinas a las que daban culto, sabemos que alli estaba la
dualidad femenina de Mayahuel, Cihuacoatl y las Cihuateteos, la Tonantzint
Tlalli Coatlicue, aún hoy se pueden apreciar en su superficie materiales
cerámicos y líticos correspondientes al preclásico temprano al superior.
(Figura 5)
Para entonces ya
estaba presente las cuevas de los Tecotines donde en sus ceremonias religiosas
danzaban hasta llegar a las cuevas pasando primero por la piedra llamada hoy
Equinoccial, las mujeres acostumbraban el baño ritual del temazcal en la cueva
inferior de estas dos cuevas, y se sentaban en las banquetas ya que cabían
perfectamente y alli se calentaban las piedras y el agua, aún en los techos
quedan evidencias de ello. (figura. 6)
Mas tarde
surgieron otras aldeas más especializadas las cuales se distribuyeron en las
faldas del cerro, con muros de piedra de contención y la presencia del uso ya
de los metepancles, lo que nos hablan de la agricultura extensiva con tres
cosechas anuales, ya cosechaban también la calabaza y otros productos
agrícolas, tenían en sus casas corrales para que sus animales domésticos como
el pavo o guajolote y probablemente algunos otros animales les proveyeran de
carne, cazaban en la sierra el venado, el jaguar, el conejo y en los lagos
peces y cazaban con redes patos y aves migratorias. Además de acuerdo con las
fuentes como códices y crónicas explotaban el alga espirulina, la sal y otros
productos que enriquecían su economía doméstica.
Hablamos del
clásico temprano al clásico tardío, su centro ceremonial además de contemplar
la cueva de los Tecotines, también para referencias agrícolas la piedra Equinoccial,
contaban con otras cuevas estucadas con pintura como así lo muestran estas y
una hermosa escultura del Vigilante que no es más que la imagen labrada en la
roca de Ehecatl-Quetzalcóatl, símbolos en cuevas como es el collar de Ehecatl o
los pendientes del mismo, una serpiente hermosísima, y otros indicios de la
importancia de este cerro a las deidades femeninas y masculinas, ya que siendo
un antiguo volcán, una de sus cuevas brotaba agua porque era un manantial que
surgían con las lluvias dentro del cráter volcánico y salía por ella en
borbotones.
Con el paso de
los tiempos se agrando el antiguo Ecatepec y ahora llegaba hasta las Venitas
arriba y abajo y seguía en las laderas donde las terrazas y donde hoy se
encuentra el Cecytem 1 Ecatepec y la Universidad Uaem hasta llegar a las playas
antiguas de Texcoco y del lago de Acalhuacan.
Parte de la
ciudad estaba ya presente tanto en lo que hoy es la carretera de México Pachuca
donde en las obras se localizaron además de montículos, también una escultura
de un chacmol con influencias toltecas.
El sitio cívico
religioso compuesto por una gran plaza y plataforma y alrededor montículos
ceremoniales, el juego de pelota y a un lado el antiguo mercado. Hoy solo
quedan algunos vestigios de este lugar un montículo bajo el edificio del
sindicato de maestros y algunos más, se tienen evidencias del sitio hace 20
años, desapareciendo con la construcción del parque Ehecatl y el gran lago y
otras edificaciones, así como las colonias habitacionales que lo rodean.
Del famoso juego
de pelota lo único que queda es el aro del juego que se encuentra en la antigua
Casa de Cultura. (Figura 7)
Durante el
llamado encuentro llegaron aquí los dominicos quienes construyeron tanto el
convento de Santa María Chiconauhtla como el del Ehecatl por la parte de la
Uaem donde posteriormente se dio misa. Debajo de este altar se encuentran los
pisos del antiguo convento para dos frailes como lo mencionan las fuentes
escritas. (Figura 8)
Y es en este
lugar donde la hija de Moctezuma y su esposa Cihuaxochitzint princesa de
Ecatepec, va a gobernar como señora y cacica desde 1521 que se le da la
encomienda y el cacicazgo por órdenes póstumas de su padre a Hernán Cortes.
El señor de
Ecatepec era su tío y hermano de su madre el Tlatoani Panitzint Malhuanitzin
quien ya entrado los tiempos de la presencia europea fue nombrado primer
gobernador de la Nueva España, quedando en Ecatepec su sobrina María Leonor
Shuchimatzin, Acatlán Austria Moctezuma quien fuera esposa de Cuauhtémoc y
madre de su hijo don Diego Huitzilihuitl Mendoza Austria Moctezuma quien
gobernó en Rincón de don Diego, en Santa Clara Coatitla, Tecámac, y Axacuba hoy
en Hidalgo. (figura 9)
Además de
Ecatepec tenía bajo su jurisdicción Mariana Leonor ya casada con un español de
nombre Cristóbal de Valderrama y con dos hijos Leonor y Cristóbal, los pueblos
de Coatitla, Xalostoc, Tulpetlac, Xaxalpan, Acalhuacan, Atlautenco, Santa María
Chiconauhtla y Santo Tomas Chiconauhtla, Coacalco y los pueblos de Xoloc,
Ozumbilla, Tecalco en Tecámac, parte de Acolman y Teotihuacan. (Figura 10)
Proseguiremos
charlando con ustedes sobre está importante genealogia gobernante en otros
artículos que les haremos llegar, por ahora a través de este podrán darse
cuenta cual era el Ecatepec y donde estaba ubicado a través del tiempo y de su
historia.
Bibliografía.
-García Samper, María de la
Asunción y Eduardo Corona Sánchez, Ecatepec y sus pueblos, 1990, Centro de
Estudios Mesoamericanos. A. C.
-García Samper, María de la Asunción y Andrés Gutiérrez
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-García Samper, Asunción y Andrés Gutiérrez Pérez,
Iconografía y sincretismo de los dioses nahuas en Ecatepec y sus pueblos, INAH,
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Barba de Piña Chán; Coordinadora,1998.
-García
Samper, María de la Asunción, Rossana
Enríquez Arguello, Enrique
Salazar y Salazar –El Santo Juan Diego el mensajero de la Virgen indígena
de la Virgen de Guadalupe, Centro de Estudios
Mesoamericanos. A. C. 2002.
-García Samper, María de la Asunción, Elvia Martínez
Contreras, Jordán Daniel Rangel, Heriberto Augusto Salas Navarro y Érica Trejo
Morgado, “Historia antigua del Ehecatl”, Centro de
Estudios Mesoamericanos, A, C. 2020.
-García Samper, María de la Asunción, Víctor Arribalzaga Tobón, Juan Aguilar, Arturo Piñón, Arqueología de la Sierra de
Guadalupe, Centro de Estudios Mesoamericanos. A. C. 2020.
-González
Torres, Yolotl; Juan Carlos Ruiz Guadalajara (1995). Diccionario
de mitología y religión de Mesoamérica. Ediciones Larousse. pp. 165,178. ISBN 970-607-802-9.
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