Ante puesta en marcha de semáforo naranja, sorpresa, desconfianza y miedo.
Con sorpresa, desconfianza y miedo, enfermeras y enfermeros
recibieron este fin de semana la noticia del pase a semáforo naranja en la
Ciudad de México.
Testimonios a EL FINANCIERO, de quienes están en hospitales
COVID, cuentan que “la situación no ha cambiado”, “el miedo es el mismo”, “la
gente es la misma, hay mucha en el hospital”, “no hay lugar”, “deambulan
todavía muchos de hospital en hospital” y “con mentiras y falacias echan las
campanas al vuelo”.
Desde la pequeña sala de espera en Urgencias de la Clínica
29 del IMSS, una enfermera cuenta que “no nos lo esperábamos, la verdad; no es
tiempo todavía, creo yo que no es tiempo todavía, la situación no ha cambiado,
ha bajado la ocupación, pero muy poco y de un día para otro sube de nuevo y se
vuelve a saturar”.
“Ponen el semáforo naranja, pero por la parte económica,
mucha gente lo sabe; realmente esto aún está muy peligroso, el miedo es el
mismo, hay mucha gente y el contagio está a la orden del día. Como ya es
difícil separar las especialidades, nos dieron instrucciones de que todos
ingresarán como COVID, pero llega muchísima gente enferma que no encuentran
atención aquí ni en hospitales”, detalló.
Otra enfermera de la Clínica 23 del IMSS confesó que “aquí
sólo hay consultas, pero llega todavía mucha gente en busca de atención por
urgencias, porque no encuentran atención en los hospitales COVID”.
“Y la orden es ya no atenderlos aquí y enviarlos
directamente a los hospitales COVID, haya o no haya espacios para su atención”,
advierte.
Rafael Soto, enfermero del conjunto hospitalario Centro
Médico Nacional Siglo XXI, afirma que “sí han descendido un poco los casos, un
20 por ciento, pero no como para echar las campanas al vuelo”.
El problema sigue siendo el mismo, “la implementación de la
reconversión es improvisada, igual que toda su estrategia, sin protocolos, sin
capacitación o infraestructura. Se simula, como en todo”, estima.
“Eso es lo que sigue causando vidas de pacientes y de
trabajadores, checa el porcentaje de mortandad de ambos en hospitales públicos
del país, top ten a nivel mundial, en el rango que elijas”, sostiene.
“Sí, hay ya algunos espacios más, pero de qué sirven las
camas vacías si la gente está muriendo en casa. Ese discurso es una falacia. Al
menos en Cardiología del Centro Médico las tres áreas destinadas a COVID siguen
llenas. Sólo hay que ver las filas en Infra para el oxígeno”, indica.
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