Haciendo un ejercicio de humildad, realismo
y examen de conciencia, echarle la culpa al mesías tabasqueño de todo lo que
actualmente sucede en este nuestro amado pais es hacer un juicio impreciso y
limitado. Debo reconocer que un personaje como López Obrador es consecuencia,
no causa.
MALO proviene del legado histórico de
aquellos que durante setenta años en el siglo XX controlaron a México educando
bajo ese régimen a un buen porcentaje de la sociedad mexicana bajo el
principio de "El que no tranza, no avanza" esa cultura del
mercantilismo estatal y abuso gubernamental que acuñó la masoneria mexicana
bajo aquel lema de Hank Gonzalez quien decía que "Un político pobre, es un
pobre político".
Y así, siendo criado en la cantera de esa
"Cosa Nostra" llamada PRI, fue educado políticamente López Obrador,
por ello, cuando el hoy presidente por fin llegó a la cima del ejecutivo,
tranzó con la que él llamaba "Mafia del poder" esos que ahora son sus
asesores, cómplices, socios y operadores politicos.
MALO indultó a quienes había prometido
encarcelar, para después, irlos sumando uno a uno a su causa hasta empoderar a
una pandilla que al final, resultó estar compuesta de los mismos ladrones de
siempre.
¿Porqué nadie se dio cuenta de que MORENA
era lo más vulgar y nefasto del PRI?
Quizás la respuesta fue porque quién le dió
el triunfo a Obrador en las urnas fueron no solo los decepcionados de los
gobiernos de PAN y PRI, sino también en gran parte los mexicanos menores a 40
años, sólo que los jóvenes mexicanos en su gran mayoría, no saben de historia
ni conocen de política y no vieron venir el peligro, hoy sin embargo muchos de
ellos saben que aquella publicidad de años atras tuvo razón, Obrador era
efectivamente "Un peligro para México".
No voté por Andrés Manuel López Obrador
como muchos ustedes saben, pero debo reconocer que a mis 45 años he sido parte
de una sociedad que no ha hecho lo suficiente para tener un mejor futuro, una
mejor sociedad y un mejor gobierno. Eso me hace corresponsable y para cambiar
ésta realidad en mi caso es que me uní a FRENA como su abogado.
Tratar de evaluar por qué hemos llegado al
punto de destrucción que está provocando la 4t en México obliga a analizar la
idiosincrasia del mexicano, ese mexicano que votó por López Obrador.
El mexicano se ha formado por ya muchas
generaciones con una débil visión aspiracional y al mismo tiempo, ha
permanecido envuelto en la cultura del fracaso. Sí, duele, pero es la verdad.
El éxito o la aspiración de salir adelante
de muchos mexicanos está fundada en el pensamiento mágico, en el evento
fortuito o en la suerte: sacarse la lotería, recibir una herencia, encontrar el
tesoro o entierro como se dice por acá en Guanajuato, robar sin ser
descubierto, hacerse político o narcotraficante para salir de pobre o que
alguien superior lo convierta de la noche a la mañana en alguien feliz, rico y
lleno de prosperidad (cuento telenovelero eterno de la cenicienta).
Son muy pocos los mexicanos que basan su
éxito en desarrollar su propia capacidad individual y liderar un grupo, en
construir y producir, en descubrir e inventar, en crecer y utilizar el
conocimiento; en hacer la diferencia quitándose las ataduras del miedo, de los
complejos ó de los riesgos. Dichos tan grotescos como aquel que decía "El
que nace para maceta no pasa nunca del corredor" y otros tantos que nos
han hecho vernos y sentirnos como predestinados al sufrimiento y a ser simples
observadores mientras otros lo logran....La aspiración de éxito de muchos otros
mexicanos también está motivada en alcanzar o detener al otro (como en la
historia de los cangrejos dentro del frasco).
Con una mayoría social así, resulta fácil
que venga un falso profeta, redentor, líder demagogo o mesiánico a gobernar un
país.
El escenario es perfecto, solo basta
apuntar a la primera corteza cerebral de los electores. A menudo se nos olvida
que gran parte de la sociedad mexicana, esa que algunos llaman pueblo, elige,
decide y actúa con base a sentimientos y emociones. Recordemos que a Peña
muchas lo votaron por guapo, por que parecía una estrella más del canal de las
estrellas. Pobre país....
Donde no hay comida, oportunidad, empleo o
satisfacción no cabe la racionalidad.
Es ahí donde el demagogo encuentra su
nicho, en satisfacer las necesidades emocionales...
"Por el bien de todos, primero los
pobres" decía en su campaña López Obrador mientras sus hijos se pasean en
estadios de la NFL y viajaban por Europa preparándose para abrir fábricas con
inversiones millonarias de origen desconocido.
Hoy, el dictador que vive en Palacio
Nacional ha conseguido que muchos mexicanos alcancen una sensación de bienestar
temporal basada en la fantasiosa lucha contra el poderoso, el PRIAN, el rico,
los fifis, el exitoso, el diferente; otros le aplauden al tabasqueño
esperanzados en recibir algo del erario sin haber realizado el menor esfuerzo.
No prioriza este gobierno a los pobres, sino a los ninis, quizás por eso es que
tantos ninis votaron por MALO.
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