No son pocos los rumores que cuestionan la heterosexualidad de Emiliano Zapata, uno de los líderes más importantes de la Revolución Mexicana.
La historia de la orientación sexual del Caudillo del Sur envuelve a un personaje que se vio envuelto en otros hechos polémicos: Ignacio de la Torre y Mier, yerno del dictador Porfirio Díaz.
De la Torre y Mier era maestro en Historia de la Universidad Iberoamericana; nació en la Ciudad de México en el año de 1866.
A pesar de haberse casado con la hija de Porfirio Díaz a los 22 años, corría el rumor de su supuesta homosexualidad.
Su nombre figura además en un viejo relato conocido como ‘el baile de los 41’: autoridades arrestaron a 42 homosexuales por realizar una fiesta clandestina en 1901.
Sin embargo uno de ellos fue liberado por su relación con el poder en turno (el yerno de Díaz).
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Incluso, se presume que la esposa lo habría descubierto en pleno acto con otros hombres, pero nunca lo denunció ni hizo público.
La novela de Pedro Ángel Palou, Zapata, cita testimonios del que fuera secretario del líder campesino, Manuel Palafox, alias “El Ave Negra”, donde insinúa que el líder revolucionario mantuvo relaciones homosexuales.
En los diarios de la hija de Porfirio Díaz –incluidos en El álbum Amada Díaz de Ricardo Orozco– también se habla del vínculo que habrían ejercido Zapata y De la Torre y Mier, también conocido como “Nachito”.
De acuerdo con esta historia, el caudillo y el yerno de Díaz se conocieron en una hacienda de Cuernavaca en 1906 y después, a petición de Ignacio, habrían vivido durante 6 meses en la Plaza de la Reforma.
El pretexto para que Emiliano fuera a la hacienda era hacerse cargo de los caballos, lugar donde se supone que Amada Díaz los habría encontrado sosteniendo relaciones.
Para entonces, la hija de Díaz vivía lejos de Ignacio de la Torre, no obstante, siguió casada con él, aunque esporádicamente se dejaba ver con su esposo sólo en eventos presidenciales y públicos.
PINTURA ZAPATA
El Palacio de Bellas Artes fue tomado el pasado 10 de diciembre por un grupo de personas que aseguraban estar “defendiendo” a uno de los personajes históricos más emblemáticos de México, Emiliano Zapata.
La inconformidad fue provocada –denunciaron- por La Revolución, una pintura del artista mexicano Fabián Chairéz que forma parte, desde el pasado 27 de noviembre, de la exposición Zapata Después de Zapata, donde era representado como “gay”:
La creación de Chairéz muestra al general Zapata montando un caballo semidesnudo, sólo con sombrero y tacones.
Esta pintura generó un enfrentamiento, que incluso llegó a las agresiones: por un lado se defendía la libertad de expresión y a la comunidad LGBT; por el otro, el “respeto” a la imagen de uno de los lideres más importantes de la Revolución Mexicana.
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