El flagelo de la corrupción en México ha provocado que el país pierda el cinco por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con datos de la Secretaría de la Función Pública, en algunos casos alcanza hasta el 10 por ciento de la riqueza nacional.
Irma Eréndira Sandoval, titular de la dependencia detalló que el abuso de poder en el que incurren servidores públicos o bien, aquel que se registra en el sector privado para la ganancia personal o de una pequeña élite, se ve reflejado en este índice.
En el marco de la firma del Memorando de Entendimiento entre la Secretaría de la Función Pública y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la funcionaria expresó que esta situación incrementa a desigualdad, reduce la provisión de los recursos públicos y agrava la pobreza.
También se ve reflejado en la capacidad de las autoridades para combatir la inseguridad y contener la violencia.
Subrayó que, además, afecta la competitividad de la economía, y mina la confianza entre pares, entre ciudadanos y en las instituciones que los representan, lo cual finalmente daña la democracia en el país.
Para combatirlo, destacó, ciudadanizarán el combate a la corrupción, para lo cual se construirán espacios de participación para que la sociedad forme parte de la vigilancia, prevención y fiscalización de los recursos públicos, constituyéndose consejos de honestidad ciudadana.
Entre otras cosas, señaló, se democratizarán las tecnologías que transparenten la información pública, y tal vez algo de lo más importante es que el Estado se comprometa a proteger a los denunciantes o alertadores internos de la corrupción, tomando provisiones para defender sus derechos laborales.
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