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domingo, 1 de abril de 2018

TEMA LIBRE, columna de análisis y comentarios políticos

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* Ecatepec en la antesala de las elecciones
* Fernando Vilchis elabora diagnósticos
* Morena apuesta por nuevo paradigma



Por I. León Montesinos

Ante una elección que se perfila como histórica, en medio de una tragedia administrativa y el peor desgobierno de su historia –en palabras del coordinador de MORENA, Fernando Vilchis--, Ecatepec entrará en las próximas semanas al agreste terreno de las campañas políticas donde las descalificaciones, golpes bajos y fuego amigo serán el pan de cada día para un electorado hastiado de ver la misma película y oír frases cliché que nada abonan al municipio más grande del país, lacerado por problemas como la falta de agua, feminicidios, desempleo y la agobiante inseguridad, entre otros muchos asuntos de su abundante catálogo de calamidades.
Una población de casi tres millones de habitantes –un millón 600 mil de acuerdo a las cifras descafeinadas del INEGI--, que reclama, o mejor dicho, exige planteamientos realistas para resarcir su dañado tejido social donde la demagogia y dádivas oficiales suenan a insultante recordatorio familiar para aquellos que a diario son asaltados en el transporte público, en las calles de sus barrios, pero también extorsionados en sus comercios o negocios por maleantes que actúan con absoluta impunidad, con la indolencia de jefes policiales corruptos y servidores públicos venales.
Ecatepec ya no es y ni debe ser la codiciada reserva de votos de políticos oportunistas que cada tres años van a lo suyo, acatando directrices emitidas desde Toluca, desligadas de las necesidades de su gente.
Al paso de los lustros esta incongruencia ha anulado el derecho de miles de sus habitantes a soñar con un mejor futuro. Vivir en Ecatepec, duele decirlo, es tocar las puertas del infierno. La gente sale a trabajar o realizar sus actividades cotidianas con el justificado temor de ya no regresar a sus hogares.
En la actual circunstancia de crisis generalizada en una “tierra de nadie”, o mejor dicho, secuestrada por delincuentes y prevaricantes del poder, es importante saber hasta qué punto los aspirantes a gobernar Ecatepec conocen de sus problemas y tienen la sensibilidad para escuchar a los diversos actores sociales para tejer acciones conjuntas en la solución de sus graves y acumulados males.
Hace unas semanas este columnista asistió a un acercamiento con el coordinador de MORENA en Ecatepec y virtual candidato de ese partido al ayuntamiento, Fernando Vilchis Contreras. En una charla celebrada en el Hotel Imperial de la céntrica Avenida Reforma, el aspirante a meterse a la jaula del “tigre” ecatepequense en el próximo trienio, mostró un lado interesante de lo que apunta a ser una verdadera opción de cambio: recoger de la población en su conjunto, puerta por puerta, sus denuncias, sentir y opinión de sus problemas cotidianos, lo que le ha permitido tener un diagnóstico íntegro para diseñar, en su momento, propuestas basadas en un genuino consenso social.
A Vilchis se han acercado, jóvenes, empresarios, amas de casa, comerciantes y transportistas que quieren ser escuchados. Son esos miles de rostros que saben el alto costo que se paga cuando se otorga un voto a cambio de una despensa, un tinaco o un bulto de cemento. Es la exigencia social de un cambio de paradigma que en las elecciones del pasado año reportaron al novel partido 224 mil votos, dejando atrás a un priísmo que apenas sumó 150 mil sufragios.
En el esquema de los retos a enfrentar el Coordinador de Morena sabe que una de las inercias que ha impedido un presupuesto justo a un municipio que en cuanto a su población es superior a estados como Colima, Tlaxcala o Aguascalientes, es el trato discriminatorio que se le ha dado a Ecatepec por parte de las decisiones centralistas emitidas desde el Valle de Toluca, pero también las amañadas cifras de instituciones como el INEGI que ubican al número de sus habitantes muy por debajo de la realidad para que también, desde la federación, no se asignen los recursos que por ley le corresponden. Mientras hay estimaciones de que en la municipalidad habitan casi tres millones de habitantes, las estadísticas oficiales hablan de un millón 600 mil.
El presupuesto anual promedio de Ecatepec asciende a los 4 mil 300 millones de pesos mientras que Toluca con apenas 873 mil habitantes recibe 3 mil 600 millones. Un triunfo de MORENA implicaría la necesidad de ganar también el Congreso Local y el Federal para revertir esta inercia negativa. Es evidente que los políticos del Valle de Toluca han privilegiado en la asignación de recursos a la capital del estado, pero cuando de captar votos se trata siempre han echado mano de los ecatequepenses. Y eso se llama discriminación política.
Las voces que han expuesto a Fernando Vilchis sus reclamos y denuncias saben que buena parte del estancamiento del progreso y la infraestructura del municipio se deben a la incontenible corrupción. Por ejemplo, está el caso de un depuesto jefe policiaco que inflaba el costo de los uniformes de su corporación en 7 mil 500 pesos por policía, cuando en contrasentido las unidades de vigilancia no contaban con gasolina para realizar sus rondines. Ahí está también el caso de los cinco policías acribillados en la periferia del Palacio de San Cristóbal, que no traían ni armas ni chalecos antibalas.
De la informal plática sostenida con varios colegas, hay valiosos hilos conductores que deben sopesarse en la justa medida porque el tejido social de Ecatepec está seriamente dañado: de cada cinco detenciones por delitos, tres están relacionadas con jóvenes. Al Coordinador de MORENA le asiste la razón cuando comenta que la delincuencia está arrancando a los jóvenes al no tener futuro en su municipio por la falta de empleos.
El problema se agudiza -aún más- cuando aparece la desatada delincuencia que ha golpeado lo mismo al empresariado que a pequeños y medianos comerciantes, prestadores de servicios y transportistas, inertes ante los robos, extorsiones (cobro de piso) y secuestros. Es cierto lo denunciado a Vilchis Contreras, en Ecatepec hay infinidad de naves industriales vacías. Y de los datos recabados se asienta que en los últimos diez años se fueron de Ecatepec más de tres mil empresas y en los últimos dos meses han cerrado más de 200 tortillerías. La delincuencia es un mal generalizado que afecta a todos por igual y debilita la economía local, anulando la creación de empleos.
De la población económicamente activa de la municipalidad el 60 y 70 por ciento va a la Ciudad de México y a otros lugares a trabajar y los empresarios están conscientes de ellos por eso también quieren ser escuchados para alentar ciudades regionales con una economía circulante que permita a los trabajadores laborar en su municipio, pero además de la falta de seguridad hay un nocivo favoritismo a unos cuantos hombres de negocios que, paradójico, se llevan sus ganancias e inversiones fuera de Ecatepec. Los intereses creados anulan el crecimiento local y contribuyen a devastar el dañado tejido social. Y eso también es corrupción.
Si citaramos las palabras del sacrificado Luis Donaldo Colosio, no sería aventurado mencionar que Ecatepec “tiene hambre y sed de justicia”. Se muere de sed por la falta del vital líquido pese a los elevados cobros por un servicio que las autoridades no prestan a cientos de colonias; y carece de justicia ante el cúmulo de delitos, homicidios y feminicidios que se cometen todos los días en sus barrios y transporte público. La gente es despojada de sus vehículos o sus celulares y ve perder sus bienes cada año en que las inundaciones arrasan sus hogares. Y los problemas se repiten cíclicamente son que se den soluciones de fondo.
Por eso, Fernando Vilchis apunta que Ecatepec está pasando por la tragedia más grande su historia ante el abandono de sus autoridades. La gente, dice, debe trasladarse fuera del municipio porque no hay circulante, no hay empleo, desarrollo ni infraestructura, como tampoco servicios de salud, vialidades, enfrentándose a la escasez de agua y un drenaje colapsado.
El Coordinador de MORENA, delinea rasgos de su tesis a aplicar en el futuro mediato: “si tienes fuerza humana, fuerza de participación, se puede lograr todo; con la fuerza social organizada se pueden realizar cambios importantes”.
Esto, parte del encuentro informal con Vilchis Contreras, perfilado a ser uno de los aspirantes a meterse a la jaula del “tigre” ecatepequense. Una fiera alimentada por la corrupción y los intereses creados de gobiernos municipales que han sido incapaces de escuchar y atender los reclamos de una sociedad agraviada y al borde del colapso que este primero de julio decidirá si le propina el tiro de gracia.

Nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx











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