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martes, 3 de octubre de 2017

Emigración a EU y conflictos desplazan a católicos

Ocho estados, los más afectados entre ellos Hidalgo y Oaxaca


En entidades como Hidalgo y Oaxaca la emigración de ciudadanos a Estados Unidos ha generado que, al volver a sus ciudades, lleguen con otras creencias y eso disminuye el índice de catolicismo en la región

De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación (Segob) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en varios estados de la República Mexicana los conflictos religiosos han generado la migración de católicos a otras entidades y por ende la disminución de esta religión.
La Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Segob reporta que, en los últimos nueve años, se ha producido poco menos de un centenar de conflictos religiosos, predominantemente en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y, en menor medida, en Puebla, Estado de México, Hidalgo, Michoacán y Morelos. Coincidentemente, datos del Inegi señalan que en Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Puebla, Estado de México, Oaxaca y Veracruz ha disminuido el índice de catolicismo.
De acuerdo con los Censos de Población y Vivienda realizados por Inegi desde el año 1950, hasta el año 2010, en la primera década (1950 a 1960), la tasa de crecimiento media anual de la población católica en México era de 2.9%. En la última década (2000 a 2010) esa cifra descendió a 1.2 por ciento.
Actualmente, los desplazamientos de pobladores están sobre todo referidos a las creencias cristianas evangélicas. En estos casos destacan, principalmente, estados como Chiapas donde el Inegi reporta que para el año 2000, 63.8% de la población era católica, mientras que para el año 2010, sólo el 59.5% profesaban esta religión; en Guerrero también se refleja una reducción en el porcentaje de población católica, al pasar de 89.2 en el año 2000, a 86.9 en 2010, y en Oaxaca, de 84.8 a 81.3%, en el mismo periodo.
El fenómeno también se produce en estados como Veracruz, Hidalgo, Michoacán y en menor medida en Estado de México, Morelos, Puebla y Jalisco.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A.C., el desplazamiento en el interior del país es principalmente por motivos religiosos, conflictos por tierras e inseguridad.
Los episodios de desplazamiento masivo, es decir, la movilización simultánea de diez o más núcleos familiares por una misma causa tiende a tener lugar después de un ataque dirigido hacia los habitantes de una comunidad.
Entre el 2008 y 2014 se han documentado al menos 121 episodios de esta naturaleza en por lo menos diez estados de la República, entre los cuales se consideran los desplazamientos masivos de población como consecuencia de enfrentamientos entre cárteles y fuerzas de Seguridad Pública, intolerancia religiosa y conflictos políticos vigentes en Chiapas.
Considerando tan sólo a los desplazados de Chiapas, Sinaloa y Ciudad Juárez, en Chihuahua, hay al menos 170 mil personas internamente desplazadas en sólo tres estados del país, según la ONG.
INTOLERANCIA RELIGIOSA
En México existe una “grave” intolerancia religiosa, pues hay “desplazados” por esta razón, reconoció Arturo Manuel Díaz León, director general de Asociaciones Religiosas de la Segob.
Detalló que la intolerancia religiosa ocurre principalmente en Chiapas, Guerrero, Oaxaca e Hidalgo.
Sin embargo, el maestro en Ciencias Políticas de la UNAM, Martín Íñiguez, acota que este fenómeno social de origen religioso está ahora matizado, por ejemplo en Chiapas, por cuestiones de orden político.
No solamente es un fenómeno religioso, porque también se mete la parte política; por ejemplo, evangelistas que militan en un partido político y católicos tradicionalistas que por historia están dentro de las filas del PRI. Entonces, aquí no sólo se mete la parte religiosa, sino también la parte política”, apuntó en entrevista.
El maestro Íñiguez refiere que tan sólo durante el periodo de 1990 al 2000, más de 30 mil personas de la zona chamula y Zinacatán, en Chiapas, fueron expulsadas por motivos religiosos.
De acuerdo con el Inegi, Chiapas registra la diversidad religiosa más amplia del país; el catolicismo es el más bajo, por la presencia de otras creencias que se han acrecentado en las últimas décadas y porque el porcentaje de población sin religión es relativamente alto.
En el caso de Oaxaca, indicó, para el año 2015 existían 12 focos encendidos en lugares con problemas de carácter religioso, con 24 familias desplazadas.
En Youheshe, Oaxaca, hubo un conflicto entre evangélicos y católicos, que provocó el desplazamiento de más de 200 personas por intolerancia religiosa.
La doctora en Teología, Marilú Rojas Salazar, profesora de asignatura del Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe, coincidió en que la incursión de otras expresiones religiosas genera división en el interior de las comunidades.
La académica apunta que ante grupos fundamentalistas el diálogo queda excluido y la postura ante los grupos minoritarios es de expulsión e incluso de violencia.
Rojas Salazar establece que aunque este fenómeno de desplazamiento o expulsión no es privativo del sureste del país, sí es la zona donde con mayor frecuencia se advierte; no sólo por cuestiones de intolerancia religiosa, sino por otras causas como la injusticia social, la falta de oportunidades de empleo, la inseguridad u otros intereses político partidistas.
MIGRACIÓN, LA OTRA CAUSA
Asimismo, la migración de mexicanos a Estados Unidos ha generado una baja en el catolicismo. Tal es el caso de Hidalgo, donde el fenómeno de la migración ha traído consigo la llegada de nuevos cultos y religiones, y ha generado episodios de intolerancia religiosa.
Son municipios principalmente de la región de Valle del Mezquital, entre ellos Ixmiquilpan y Cardonal, donde es notorio que la población que profesa la religión católica ha disminuido.
De acuerdo con cifras del Inegi, el porcentaje de población católica en este estado bajó de 90.8 % a 87.6 %, en el periodo comprendido del año 2000 a 2010.
Un conflicto religioso emblemático se dio en 2009, cuando una mujer vecina de la comunidad de San Nicolás, Ixmiquilpan, fue enterrada en el patio de su casa ante la imposibilidad de reposar en el panteón, por profesar la religión evangélica.
Asimismo, en Oaxaca, la Mixteca, Sierra Norte y Sierra Sur son las regiones con el mayor número de casos por intolerancia religiosa; a partir del incremento de otras prácticas religiosas distintas a la católica.
La práctica religiosa es un aspecto de suma importancia, que no puede dejar de abordarse cuando se habla de migración”, opina Porfirio Flores Zúñiga, pastor de la Iglesia cristiana.
En ocasiones los migrantes buscan proximidad con su gente como estrategia para la sobrevivencia. Lo que sucede al final es una mezcolanza, resultado del intercambio humano”.
El también asesor jurídico de la Alianza Cristiana y Misionera de México menciona que en las comunidades oaxaqueñas, expulsoras de migrantes, “vemos influencia de otras prácticas religiosas. Por ejemplo, existen pueblos migrantes donde la comunidad evangélica-cristiana erradicó el alcoholismo, y la violencia intrafamiliar, o bien, sus practicantes decidieron redactar el Nuevo Testamento en idioma zapoteco”.
México está entre los países con el mayor número de emigrantes, ocupando el segundo lugar a nivel mundial con 12.3 millones en 2015, superado únicamente por la India cuya cifra es de 15.6 millones.
Según el Anuario de migración y remesas México 2016, entre 2009 y 2014 el Distrito Federal tuvo el mayor flujo de emigrantes mexicanos (70 mil 288), seguido de Michoacán (65 mil 298), Guanajuato (63 mil 519), Jalisco (41 mil 581) y Puebla (30 mil 962).
APERTURA COMERCIAL
TRAE NUEVAS RELIGIONES
Pese a que Guanajuato es el principal bastión del catolicismo en México, por sobre Aguascalientes y Zacatecas, ante la llegada de extranjeros y sus empresas, en la entidad han crecido grupos religiosos autodenominados cristianos, así como Testigos de Jehová y los llamados mormones.
También y de forma casi indeleble, se ha asentado un amplio número de budistas, a partir del arribo de orientales como japoneses y chinos.
Mientras en una década, de 2000 a 2010, México disminuyó del 88 al 82.7 por ciento su número de católicos, solamente Guanajuato bajó de 96.4 a 93.8 por ciento, de acuerdo con cifras del Inegi.
En sus informes “Diversidad Religiosa en México”, de hace 17 años, y “Panorama de las religiones en México 2010”, el Inegi revela que el número de feligreses en Zacatecas es del 93.4 por ciento de la población, mientras que en Aguascalientes es del 93 por ciento.
El porcentaje de la población católica en Guanajuato, hace 17 años, era del 96.4 por ciento, es decir, tres millones 904 mil 423 personas de un total de cuatro millones 49 mil 950. En 2010, se registró una reducción del 2.6 por ciento, para llegar al 93.8 por ciento, esto es, cinco millones 147 mil 812 creyentes de entre cinco millones 486 mil 372 guanajuatenses.
PIERDEN ADEPTOS
El predominio de la religión católica durante la primera década del siglo XX alcanzó hasta 99.5% de la población mayor de cinco años en México.
Tal supremacía, sin embargo, hacia mediados del propio siglo XX fue disminuyendo progresivamente ante el creciente número de adeptos a otros credos religiosos y el aumento, también, de personas que se declararon sin religión alguna, según un informe de Gobernación.
Ya para el año 2000 la proporción de personas que profesaban el catolicismo alcanzaba sólo 88% y para el 2010, de acuerdo con el último Censo General de Población y Vivienda del Inegi, la reducción alcanzó el 82.9 por ciento.
Otras religiones como los grupos de protestantes o evangélicos, los Testigos de Jehová, la religión judía, la islámica, otras de origen asiático y espiritualista han ido ganando terreno.
La Segob señala que en el caso de Guerrero, 89% es católico, 1% es pentecostal, 3% se declaró evangélico y 2% Testigos de Jehová. En Hidalgo, entre 1990 y 2000, la población católica y la que no tiene religión registran una tasa de crecimiento menor de 2%, y de acuerdo al último censo, 91% en el estado es católico.
Jalisco registra uno de los porcentajes más altos de población católica en el país, 95.4% de personas profesa esa religión. De 1970 a la fecha la disminución alcanza tres puntos porcentuales.

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