Esto es sin duda un gran motivo de orgullo y celebración. Producir 105 millones de hectolitros en 2016 representa un crecimiento de 8.1%, respecto a 2015.
También tenemos buenas noticias en cuanto a exportación, ya que seguimos ocupando el primer lugar en cuanto a exportación de cerveza a nivel mundial, llegando a más de 180 países entre los que se encuentran Estados Unidos, Holanda, Canadá, Panamá e Inglaterra.
En 2016, la exportación de cerveza fue de 32 millones de hectolitros, esto representa un crecimiento del 13% con respecto a 2015.
De estos, a Estados Unidos se destina el 80% de la exportación, pero es importante destacar, los casos de Reino Unido y China, países que ocupan el tercer y sexto lugar en importación de cerveza mexicana, y en los que el crecimiento fue de alrededor de 55% en 2016.
De igual forma, el año pasado la balanza comercial del sector cervecero mexicano alcanzó un superávit de 2 mil 615 millones de dólares, lo que representa el 20% de las exportaciones agroindustriales del país.
La actividad cervecera nacional impacta en toda una cadena de valor, desde agricultores, transportistas e industriales, hasta puntos de venta, restaurantes y centros de recreación y esparcimiento.
La industria genera 55 mil empleos directos y de cada uno de estos empleos se crean 5 más de manera indirecta o inducida.
Las ventas en el mercado nacional fueron de 77 millones de hectolitros, lo que muestra un crecimiento anual del 8% con respecto al 2015. El consumo per cápita fue de 63 litros y aún se posiciona por debajo de los principales países consumidores como: República Checa, Alemania y Austria que consumen más de 100 litros por persona.
Se vendan donde se vendan, la cerveza mexicana es un orgullo para nuestro país ya que están hechas con ingredientes mexicanos y por manos mexicanas que garantizan un excelente sabor y calidad.
Tal es el caso de la cebada maltera mexicana, la cual en 2016 alcanzó una producción de 965 mil toneladas, lo que representa un crecimiento del 33% respecto a 2015. Esto como resultado del compromiso de la industria cervecera con la producción de este cultivo y la dedicación de quienes lo trabajan.
En 2016 la cosecha de cebada fue de 3.1 toneladas por hectárea, 600 kilos más respecto a 2015. Lo que indica que el agricultor obtiene mayor producción y, por tanto, mayores ingresos por hectárea como resultado de su trabajo.
Los productores de cebada en México se han visto beneficiados por el crecimiento de la industria cervecera nacional.
Sin duda alguna, estos grandes logros alcanzados por la industria cervecera mexicana continúan posicionando a nuestro país como una de las potencias cerveceras más importantes y sólidas del mundo.
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