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martes, 1 de marzo de 2016

Tinacos y cisternas focos de contaminación…casi nunca los lavan

Aunque resulte tal vez extraña esta afirmación, casi nadie tiene programado la limpieza o lavado de los tinacos o depósitos de agua , pese a que de acuerdo a reportes del sector salud, es un importante foco de infecciones de diversas índoles, que vas desde las gastrointestinales o de la piel y en estos momentos que se vive el resurgimiento de la influenza un punto que no se atiende .
A continuación transcribimos, este trabajo realizado por la licenciada Rosalba Islas Bracho, donde habla sobre el tema


¿Cada cuánto lavas tu tinaco?
El agua que no ha sido hervida o potabilizada, es un peligro para la salud y para la vida, ya que el agua en estado natural es el hábitat de microorganismos y sustancias no orgánicas que provocan enfermedades y en casos extremos, hasta la muerte. La mayoría de las enfermedades que atacan al sistema digestivo, están relacionadas con estos microorganismos. Clorar el agua reduce la amenaza de estos parásitos.

¿Qué es la cloración?
Aunque hoy existen diversos métodos de purificación de agua. La cloración sigue siendo una de las formas más sencillas y económicas de asegurar agua libre de microorganismos. Londres, Inglaterra, Año 1900. Y pensar que así estaban las calles de Londres hace más de 100 años. Los niños también se morían de diarrea y cuando se empezó a aplicar el cloro... las cosas mejoraron para todos. En pocas palabras, la cloración es aplicar cloro en el agua para eliminar microorganismos que pueden resultar nocivos a la salud. El cloro tiene poder germicida, es decir, mata a cualquier microorganismo que se encuentre en el líquido y que puede ser de riesgo para nuestra salud. Este proceso de potabilización se ha practicado en el mundo desde hace más de 100 años. A finales del siglo XIX y principios del XX, se reconoció el valor de esta sustancia química para eliminar microorganismos de las aguas distribuidas a la población. Esta práctica, fue desarrollada en Gran Bretaña alrededor de 1900 y las principales ciudades de los Estados Unidos en los años siguientes, ayudando a que la tifoidea y la hepatitis hayan sido erradicadas en estos lugares.

Desinfección de tinacos o cisterna.
Una cosa es que el tinaco o cisterna esté limpio y otra es que esté desinfectado, en esta parte es cuando aplicamos el poder desinfectante del cloro. Ya lavamos muy bien nuestro tinaco (o cisterna) usando agua y jabón, pero como sabemos, aún existen miles de microorganismos que nos pueden causar enfermedades. A continuación se explica el proceso de desinfección. Recomendación de seguridad: No olvide de usar máscara protectora para evitar cualquier intoxicación mientras desinfecte el tinaco o cisterna.
Pasos que debes seguir para lavar y desinfectar.
1. Con ¼ de litro de cloro en una cubeta de 10 litros o ½ litro de color por una cubeta de 20 litros basta para tallar piso, paredes y techo del tinaco o cisterna.
2. Luego de tallar el tinaco, sáquele el agua con la jerga y la cubeta, igualito que cuando hicimos la limpieza.
3. Coloque la varilla y el flotador en el tinaco o cisterna y llénelo.
4. Antes de usar el agua nuevamente, déjela correr por diez minutos. Esa agua puede ser utilizada para el lavado de pisos o ventanas.
5. Es muy importante repetir el lavado y la desinfección cada seis meses.
6. No se olvide de cerrar herméticamente el tinaco y aljibe para evitar que se metan animales.

Si el cloro se aplica en cantidades adecuadas, el sabor del agua cambia, es un sabor diferente, pero no es molesto, simplemente es algo a lo que hay que acostumbrarse. Hay que tener en cuenta que si la dosificación es apropiada, el cloro residual, lejos de dañar a la salud, sigue activo en el agua, eliminando cualquier riesgo de infección, provocada por organismos patógenos.
El cloro tiene el poder de seguir activo después de haber tenido contacto con el agua. Gracias a esta cualidad, sigue eliminando bacterias y microorganismos presentes en ella, haciendo el consumo de agua más seguro después de haber sido aplicado.
Por cuestiones de salud e higiene, debes limpiar el tinaco o la cisterna en tu casa al menos 2 veces al año, es recomendable adquirir el hábito de limpiar periódicamente cualquier depósito de agua en el hogar, oficinas o centros de trabajo.
La falta de tapaderas en los tinacos, rotas o mal colocadas, tienen consecuencias graves para la salud de quienes usan o consumen el agua almacenada en esos tinacos, bien sean de asbesto o de plástico (tipo Rotoplas). El agua que utilizamos para el aseo personal puede contener después de algún tiempo de no limpiarse el tinaco, lodos, arena, verdín y con esa agua lavas tu cuerpo haces los servicios domésticos.
Cuando no hay tapaderas en los tinacos el agua tiene contacto con la luz del sol, generando fotosíntesis y con ello viene la creación de lama en las paredes internas del tinaco, contaminando el agua almacenada ahí.
La gran mayoría de las personas no limpian sus tinacos y cisternas cuando menos 1 vez al año, propiciando con esto entre otras muchas cosas enfermedades gastrointestinales y de la piel.
Por cuestiones de salud e higiene, debes limpiar el tinaco o la cisterna en tu casa al menos 2 veces al año, es recomendable adquirir el hábito de limpiar periódicamente cualquier depósito de agua en el hogar, oficinas o centros de trabajo.

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