Sergio Díaz Hernández, presidente municipal, informó que este proyecto comenzó con la donación por parte del DIF local, de 9 ejemplares y semillas de la planta Asclepia Curassavica, mejor conocida como algodoncillo, del que se alimenta la mariposa y el único donde deposita sus huevecillos.
“Junto con los Guardianes del Ehécatl trabajamos en la reproducción de dicha planta esencial en la conservación de esta especie tan emblemática del Norte de América que está en peligro de extinción, con el objetivo de crear un ambiente propicio para su desarrollo y la reproducción”, aseguró el edil.
Dijo que en coordinación con el grupo ecológico planearon el minisantuario; por lo que de abril a la fecha decenas de ejemplares de esta mariposa han nacido y permanecen en el hábitat creado especialmente para ellas.
Ángel Jáquez, presidente fundador del Grupo Ecologista Guardianes del Ehécatl y Sierra de Guadalupe, comentó que personal del DIF les asesoró para comenzar la siembra del algodoncillo.
“El proyecto ha tenido éxito, en ocho meses hemos logrado el crecimiento de más de 50 ejemplares de esta planta y a pesar de que no es originaria de nuestro municipio, se ha adaptado muy bien”, refirió Jáquez.
Dio a conocer que por el momento la zona es reservada, los insectos aún no puede estar en contacto directo con la gente, ya que cualquier manipulación de las orugas o los capullos alteraría su ciclo vital.
La mariposa monarca es un insecto que pertenece a la orden de los lepidópteros, palabra cuya etimología griega proviene delepis (escama) y pteron (ala), por lo que esta orden se puede definir como insectos con alas escamosas, su nombre científico es Danaus plexippus Linneo.
La mariposa realiza un fantástico recorrido de entre dos mil y 4 mil 500 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta de los bosques de Canadá y Estados Unidos a México. Esta especie es de vital importancia en el ciclo de la vida como agente polinizador y factor de equilibrio ecológico en los bosques que habita, como son las montañas de Michoacán y el Estado de México, localizadas a tres mil metros de altura sobre el nivel del mar.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, hace 20 años, en los Santuarios Mexicanos, la población de mariposa Monarca ocupaba 18 hectáreas, actualmente solo llega a 0.67, lo que representa menos del 10 por ciento de la superficie que ocupaban, debido principalmente al uso indiscriminado de pesticidas en la zonas agrícolas de Estados Unidos.
Esta área es una de las seis secciones naturales del cerro preservadas por los Guardianes del Ehécatl, donde además habita otro tipo de mariposas como la “Pasionaria”. Los bosques del centro de México son el hogar de la Monarca en los meses de noviembre y marzo. En el país hay cinco, ubicados en los municipios de Contepec, Senguío, Angangueo, Ocampo, Zitácuaro y Áporo, en Michoacán; y Temascalcingo, San Felipe del Progreso, Donato Guerra y Villa de Allende en el Estado de México.
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