Enrique Quintana
El empleo formal sigue creciendo fuertemente en México. El viernes pasado el IMSS reveló que creció en septiembre a una tasa de 4.2 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.
No existen datos del crecimiento de la economía en su conjunto hasta ese mes, pero julio la variación anual acumulada del IGAE (una aproximación al PIB) es de 2.4 por ciento.
Es decir, tenemos una economía en la que la elasticidad-empleo (en el sector formal) es de 1.75. Es decir, por cada punto porcentual que crece el IGAE, el empleo formal crece en 1.75 por ciento.
¿Cuál es la razón por la que está sucediendo esto en México?
Primero veamos algunos antecedentes.
Entre 2005 y 2014, para tomar un periodo extenso, la tasa de crecimiento promedio del empleo formal fue de 2.8 por ciento anual. En ese mismo lapso, el PIB creció a una tasa promedio de 2.3 por ciento.
Es decir, para ese periodo la elasticidad empleo del ingreso fue de 1.21, por abajo de lo que está sucediendo en este año.
No hay ninguna duda respecto a la precisión de las cifras del IMSS, donde cada afiliación tiene nombre y apellido y representa ingresos para el Instituto.
La interpretación más general es que se trata de una formalización creciente del empleo en México, en donde se están haciendo formales empleos que ya existían en la informalidad. Aunque no hay evidencias concretas para sustentar esa hipótesis, sí hay indicios.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, entre 2005 y 2014 el número total de asalariados, formales o informales, creció a una tasa anual promedio de 2.6 por ciento. Sin embargo, en el primer semestre de 2015 la tasa de crecimiento –según la encuesta– fue de 1.8 por ciento.
Por eso la presunción de formalización.
Sin embargo, los indicios no se convierten en evidencias por los datos de la tasa de informalidad laboral, que en ese lapso pasó de 57.8 a 57.7 por ciento, una reducción de sólo una décima de punto porcentual, lo que no justifica una discrepancia tan alta entre los datos del IMSS y los de la Encuesta del Inegi. Así que sin duda tenemos un problema de medición.
La otra posibilidad es que haya deficiencias con la medición del crecimiento real del PIB. Hasta ahora no parece haber evidencias tangibles de que pueda haber una subestimación, pero la discrepancia allí está.
De acuerdo con las cifras del IMSS, el sector con un mayor crecimiento, de 7.5 por ciento anual, es la construcción, y en segundo lugar el agropecuario, con un ritmo de 6.9 por ciento, lo que abonaría a la tesis de la formalización dada la informalidad prevaleciente en ambos.
Sea cual sea la explicación, amerita un análisis mucho más cuidadoso y detallado que nos explique por qué dos estadísticas oficiales ofrecen datos tan discrepantes.
Stiglitz y las reformas
Un inesperado respaldo obtuvieron las reformas mexicanas en el marco de la reunión del FMI y Banco Mundial. Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía y una voz crítica de reconocimiento mundial, señaló que le gustan las reformas que emprendió este régimen pues en su mayoría van contra los monopolios públicos y privados. Sólo criticó los ajustes fiscales que pegan a la clase media.
Twitter: @E_Q_
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