El especialista aseveró que la lactancia materna ha bajado porque las mujeres se han insertado en el ámbito laboral, lo cual impide proveer al menor de ese líquido, "el tener que trabajar les resta oportunidad para alimentar a su hijo".
Explicó que el lácteo materno es necesario para el sano crecimiento de los bebés, puesto que proporciona nutrientes, anticuerpos, al tiempo que fortalece el sistema inmunológico, al ser considerada la primera vacuna.
El doctor manifestó que una vez que nace el menor no acaba el ciclo reproductivo, justamente durante el embarazo el organismo se transforma para almacenar nutrientes para la lactancia materna.
Mencionó que la ingesta de esa leche puede prevenir a los infantes de alergias, lo cual es prioritario durante los primeros seis meses de vida e incluso hasta cumplir el primer año de edad y gracias a ello la capacidad inmunológica será buena.
Otro de los beneficios del consumo de seno materno, agregó, es la generación de conductas positivas en cuanto a la seguridad del crecimiento afectivo entre la madre y el bebé.
No obstante, a lo favorable de ese alimento, la incidencia de la lactancia materna ha decrecido porque las mujeres se han insertado en el sector laboral, lo que les detiene luego de cumplir su incapacidad poder amamantar a su hijo.
A esas condiciones y pese a las campañas institucionales de promoción, ese tipo de alimentación ha bajado, también influye en menor medida que algunas féminas, luego de parir, argumentan que el alimentar a su hijo de esa forma les causará flacidez en los senos o perderán su figura.
En consecuencia, se le suministran sustitutos de leche materna, pero ninguno posee sus propiedades, advirtió.
Las cuestiones positivas de la lactancia materna, subrayó, no son sólo para el menor, sino también para la mujer, porque luego de dar a luz bajan de peso, mejora su piel y su estado de ánimo.
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