La cifra se ha elevado en los últimos meses, ya que hasta agosto, entre 40 y 45 niños migrantes y deportados habían llegado a otros albergues de Tijuana como el denominado "Madre Assunta", a donde arribaban procedentes de las mismas entidades, Michoacán y Guerrero, ya sea para alejarse de sus padres o para reunirse con ellos en Estados Unidos, y con la esperanza de solicitar asilo político.
En esta frontera, aseveró Mary Galván, son canalizados para reunirse con sus familiares y son atendidos para que no pierdan clases y puedan incorporarse a un ciclo escolar.
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