Genaro García Jiménez colaborador del MEXIQUENSE y estudiante de la licenciatura de historia en la Universidad Iberoamericana
Una de la más grandes preguntas de la humanidad es que nos hace humanos, algunos dirán que la razón (como Aristóteles), otros que los sentimientos y muchos más pensarán que la técnica. Yo concuerdo con estos últimos, lo que nos hace humanos es la técnica; Heidegger lleva esta idea al extremo y la ve en sentido contrario al decir que el hombre es un medio para la técnica, es decir que la técnica se revela (usa) al hombre. Me perece que no debemos ser tan radicales, desde el albor de los tiempos el hombre ha vivido en un mundo técnico; el hombre solo es hombre al usar la técnica, pero no debemos pensar que una antecede a la otra, tanto el hombre como la técnica se encuentran en un proceso simultaneo y simbiótico.
Parece que nos olvidamos de estas “prótesis” y vagamos por el mundo como “homínidos” independientes, se nos ha olvidado que usamos lentes, ropa y de que podemos ir al doctor. Pocos son los que se preguntan, se detienen a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con nuestra otredad, con lo que nos ha hecho hombres, tanto lo técnico que ya mencione como la otredad entendiéndose como personas. La culpa de esto el “capitalismo desbordado”
Ahora bien, debo aclarar que el objetivo de este artículo no es el de hacer una crítica al sistema económico propuesto por A. Smith en 1776 si no el de reflexionar sobre cómo es que el capitalismo ha generado que la sociedad se olvide de la otredad. Michel de Certau, en uno de sus ensayos trabaja sobre las heterologías (heterología del griego: hetero-el otro; y logia-ciencia o estudio: estudio de los otros) y propone que la modernidad (pare el, mediados del siglo pasado) ha perdido sus vínculos con la humanidad entonces creo cuatro escrituras para tratar de restablecer ese vínculo con lo primigenio del hombre, esas escrituras son: teología, el vínculo con dios; psicoanálisis con uno mismo; etnología con los pueblos y la historia con nuestro pasado. de Certau en su obra Historia y Psicoanálisis va más allá y nos dice que la función de la historia es entonces despedirnos, hacer el duelo con el pasado para así poder vivir nuestro presento; otros autores como Hayden White lo han retomado y se refiere a la búsqueda de narraciones para mediar nuestro presente vía el pasado; ambos parecen haber leído la idea de Nietzche que pare vivir necesitamos ficciones-ilusiones (no se confunda con dioses).
¿Por qué Sade y Smith? La respuesta es sencilla, porque hemos perdido esos vínculos con lo más profundo, con lo más primigenio de la humanidad; nadie reflexiona sobre de donde viene, con qué instrumentos viene o si se conoce a sí mismo. Me refiero a Sade, entendiéndolo como el goce y extendiendo su filosofía a las cosas materiales más que a las relaciones sexuales; y a Smith como el capitalismo, la unión de ambos como el goce infinito y segador del capítulo. Entonces la siguiente pregunta es ¿Cómo? Bueno, uno de los pilares para que el capitalismo se mantenga sano es el de generar mercados, para esto necesita vender productos, necesita que el hombre este “deseando” X o Y para que la industria pueda satisfacer su deseo; sin embargo el capitalismo sin reflexión he generado que la población no busque más mantenerse en el deseo si no en el goce. Lo que parecía casi imposible para la Teoría de Principio del Placer y Pulsión de Muerte de Freud, el capitalismo lo ha logrado… vivir en el goce continuo.
Pensamos que todo tiene un precio, que con el “dios del dinero” podemos hacer lo que queramos; sin reflexionar sobre si en verdad nos gusta o si en el pasado tuve algo igual y no lo use; solo porque está de moda lo deseas y lo compras aunque tengas que pagar tu tarjeta de crédito con otra. Como comenta Dany R. Dofour en El Liberalismo Desquiciado, el capitalismo parece haber creado sus 10 mandamientos así como en su momento lo hiso la religión judeo-cristiana; entonces que hacer ante este fantasma con cualidades de dios que ha generado que perdamos mucha de la esencia de ser humano. Debemos restablecer nuestros vínculos tal como de Certau lo propuso pero de otra manera, pues como vimos sus heterologias parecen haber fallado ante el sadismo del capitalismo.
La respuesta no es eliminar o cambiar el capitalismo, debemos ver al liberalismo económico como lo menciona Derrida al hablar de la Farmacia de Platón, como una cura o un veneno (farmacón) sin embargo para poder pensarlo como cura es necesario salir del círculo, reflexionar más allá de nuestro día a día. Platicando con el Dr. Fabían Sanabria surgió la duda sobre si las heterologías han fallado entonces que será lo que no salve y más importante cuando, será que necesitamos tocar fondo, nos convertiremos en individuos sin sujetos, quizá solo la edad lo sepa.
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