Tultitlán, México.- El paso por el Estado de México, una de las cinco entidades más vulnerables y peligrosas para migrantes, es obligado para decenas de niños migrantes en su camino a Estados Unidos. Indica que al llegar a Lechería, por el tren conocido como "La Bestia", varias personas se le acercaron para ofrecerle servicio de vivienda, comida y baño, a cambio de 200 pesos al día.
Destino y puerto. Eso es la colonia Lechería, del municipio de Tultitlán, para miles de migrantes centroamericanos y mexicanos que buscan llegar a los Estados Unidos y así cambiar su vida y la de sus familias que se quedaron kilómetros atrás. Es el destino del tren que viene del sur y es puerto donde sale el tren que va para el norte. La pequeña comunidad del municipio de Tultitlán es una parada obligada en la ruta a los dólares y al 'sueño americano'.
La colonia Lechería se formó a finales de la década de 1960 y estos terrenos eran parte del Pueblo de San Francisco Chilpan; tomó su nombre de la Hacienda de Lechería con la que colindaba y que distribuía leche a nivel nacional. Todavía sobrevive en ruinas la bodega de carga, hasta donde llegaba el tren para transportar el producto.
Tras el cierre de los albergues donde los niños migrantes y sus familias tenían donde dormir y comer en los municipios de Tultitlán y Huehuetoca, ahora en las inmediaciones de Lechería, así como las colonias Independencia y La Concha sigue la presencia de éstos. Cuando bajan del tren, se quedan en las calles o aceptan los servicios que algunas personas ofrecen para darles vivienda, alimentación, aseo e incluso un trabajo, pero la mayoría se queda en la zona pidiendo el apoyo de los vecinos.
Edomex, una de las entidades con mayor migración
La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados recientemente informó que en 2011 se deportaron del vecino país del norte a 11,768 menores de edad mexicanos, y que en 2013 fueron 17,240, es decir, un 30% más. Se señala también que la mayoría de ellos era de las entidades con mayor migración hacia EU, como el Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas. De acuerdo al investigador Jorge López Ramírez, especialista en temas migratorios de la UAM, el año pasado fueron deportados entre 1,379 y 1,724 menores de edad mexiquenses. A estas cifras, dijo, habrá que agregar los niños no capturados, los que si llegaron a su destino, sin ser sorprendidos por la autoridad migratoria. "Pero ese dato, es imposible tenerlo".
Como sea, los números no pueden causar otra cosa más que preocupación y, claro, ocupación. Así fueran 500 o mil, de cualquier forma refleja un fenómeno social masivo preocupantemente, con notable índice de aumento, señala el investigador.
Mencionó que la migración mexiquense no es tan grave como el de los países centroamericanos, pero es un problema al fin. "Ya he dicho en colaboraciones anteriores sobre el tema migratorio, que se trata de un fenómeno creciente con múltiples causas y que por lo tanto, requiere de múltiples respuestas".
Afirma que seis de cada diez menores de edad que migran hacia Estados Unidos viajan solos, de acuerdo con la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
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