El envejecimiento de la población representa una oportunidad para la creación de negocios que se especialicen en la oferta de servicios destinados a este sector
A partir de 2030 la evolución demográfica en el mundo cambiará la forma de hacer negocios; mientras unos países se enfrentarán al envejecimiento de su población económicamente activa, otros tendrán un incremento en el número de personas en edad de trabajar, lo cual dará origen a una especialización en los productos y servicios que se ofrecen en el mercado.
Proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelan que para 2040 habrá una población estimada de 122 millones 936 mil 136 personas en México, 12.5 por ciento más que en 2011, de las cuales 20.1 por ciento de los hombres y 23 por ciento de las mujeres serán mayores de 60 años.
Julio A. Millán Bojalil, presidente de Consultores Internacionales, explicó que el incremento en la población adulta mayor abrirá paso a una gama de productos y servicios específicos para atender a este sector, principalmente en el área de cuidados de la salud.
“Las oportunidades de negocios en el país serán muchas y estarán orientadas al bienestar y practicidad; un ejemplo serían las residencias asistidas para atender a personas con enfermedades crónicas como el alzheimer; viviendas especiales, con adecuaciones que hagan la vida más fácil a los viejitos; servicios domésticos integrales, con personal capacitado en geriatría; y la fabricación de ropa y calzado especializado”.
En este sentido, la atención médica dirigida a las personas adultas mayores tendrá un importante potencial de crecimiento, ya que actualmente sólo se cuenta con un geriatra por cada 31 mil ancianos y del total de la población mayor a 60 años, 11 por ciento sufre alguna discapacidad, entre las que resaltan los padecimientos de tipo motriz, visual y auditivo.
Respecto de la adquisición de productos y servicios, Millán Bojalil detalló que “las personas de la tercera edad son menos dadas a experimentar e indiferentes con marcas; tomarán sus decisiones de compra en relación con sus posibilidades de acceso a mercados competidos y precios bajos, opciones médicas de prevención y de tratamiento para enfermedades”.
La búsqueda por ejercer el menor gasto posible obedecerá a que más de 60 por ciento de este sector poblacional, que hoy está en edad productiva, trabaja en la informalidad; y para los que logren una jubilación tendrán una pensión limitada, dijo.
“El nivel de pobreza que se va a presentar entre 2040 y 2050 en México por la informalidad de los empleos será el detonador social más importante del país. Mientras hoy 30 millones de personas laboran en la informalidad, en 28 años no tendrán un soporte o ingresos económicos.
Para los jubilados, la situación será menos crítica, sin embargo no habrá pensión ni recursos que alcancen.”
Previendo este escenario, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) pronostica un crecimiento anual superior al siete por ciento en su penetración total en el mercado.
Fernando Solís Soberón, presidente de esa institución, detalló en entrevista con Excélsior que el cambio demográfico potenciará gradualmente, por un lado, el uso de seguros como un mecanismo eficiente para acumular recursos y hacer frente al retiro, y por otro la venta de sus productos para la protección de la vida e invalidez.
Agregó que “las personas en proceso de retiro pueden transformar su ahorro en un producto muy interesante, que son las rentas vitalicias, mediante el cual la persona le transfiere a una aseguradora el riesgo de no retirar más de lo que debería y agotarse su fondo, o que obtenga menores rentabilidades de lo que estimó en su proyección financiera; ése para nosotros es un mercado que va a crecer mucho, tiene un potencial enorme”.
El presidente de la AMIS explicó que en el caso de las aseguradoras no se trata de crear productos especiales para las personas de la tercera edad, sino que la demanda de los que ya existen va a crecer por el efecto natural de cambio en la estructura de edades de la población.
Por otra parte, ante el incremento de las personas en retiro y la dificultad económica en la que se verán inmersos, Gerardo Kanahuati, director general de la empresa de reclutamiento Hays, advirtió sobre la necesidad de ampliar el tiempo de productividad de las personas adultas mayores.
Señaló que de acuerdo con el estudio Creando Empleos en una Economía Global 2011-2030, elaborado conjuntamente con la consultora de investigación Oxford Economics, México ocupa la posición 17 entre los 25 países con mayor variación en su población en edad de trabajar.
En entrevista precisó que para 2030 prevén que 18.3 por ciento de las personas mayores a 65 años en México, formen parte de la clase trabajadora.
“Existe más probabilidad de que la gente de la tercera edad trabaje en empleos de medio tiempo, con contratos temporales o por cuenta propia.
Es necesario tener esto en consideración. Asimismo, es necesario que la experiencia y conocimientos a través de los años no queden obsoletos”, enfatizó Kanahuati.
Julio A. Millán, de Consultores Internacionales, coincidió en este punto con Kanahuati, y agregó que el trabajo desde casa será una opción más rentable para las empresas y para los adultos mayores.
Actualmente alrededor de 80 por ciento de las empresas en el mundo tienen empleados que trabajan desde su hogar, tendencia que va en aumento desde 2003, cuando el registro de compañías con este mecanismo de producción era de 52 por ciento.
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