Al cierre del primer trimestre del año, la situación para los obreros “pinta grave” por los incrementos que se dieron a los productos básicos y el escaso aumento salarial que recibió la clase obrera del país, señaló el dirigente de la Federación Obrera de México (FOM) Francisco García Romero.
Lo peor de todo, aseveró, es que la situación económica para millones de familias que sobreviven con uno o dos salarios mínimos al día no mejorará en éste ni en el siguiente trimestre, por lo que todos tendrán que apretarse el cinturón por más tiempo en espera de tiempos mejores.
Enfatizó que mientras haya pérdida de poder adquisitivo no habrá mejores condiciones para las familias pobres y la llamada clase media, porque mes con mes tendrán menos capacidad de compra por el aumento a la gasolina y varios productos básicos.
“En este trimestre que terminó se dieron incrementos en los productos básicos, desde pollo, carne, tortillas. Hay lugares o centros comerciales que ofertan tortillas a un precio muy cómodo de siete pesos, pero no todas las familias se pueden trasladar diario a un centro de esa naturaleza, en algunos casos tendrían que pagar estacionamiento, en otros pasaje o destinar más tiempo para esta actividad” destacó.
Subrayó que nadie puede atreverse a negar que el poder adquisitivo cayó más durante este trimestre, a menos que sea empresario o político y cuente con ingresos muy altos y no les afecte que el taxista les cobre una cuota más cara o que en algún momento se dispare el precio de la verdura.
“Debido a la paridad de consumo las industrias también están parando temporalmente algunas áreas y esto repercute en la falta de empleo porque hay gente que se queda sin trabajo tres o cuatro semanas”.
El dirigente de la FOM aclaró que a esto no se le puede llamar paro técnico, porque se trata de áreas donde no es posible inyectarle recursos para ir avanzando en la producción y bajan sus ventas e ingresos.
En general, acotó, el trimestre ha sido difícil y va a ser más el siguiente por el movimiento político electoral que hay en el país y en diversas entidades. Esto, acotó, crea inseguridad en los centros de trabajo e incertidumbre debido a que no hay una definición en función del orden político y los empresarios e inversionistas extranjeros no saben cómo va a terminar esto.
La situación quedará clara hasta el mes de julio, pronosticó, cuando estén los resultados o incluso hasta septiembre, cuando quede todo firme, porque todavía habría que esperar que los perdedores acepten su derrota y ver como se da la transición de este gobierno federal al que gane las elecciones el primero de julio.
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