El cambio climático es uno de los principales enemigos del campo mexicano: Víctor Villalobos

 

IRAPUATO. Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), aseguró que 2023 fue uno de los años con menos lluvia en las últimas dos décadas, pues llovió menos de la mitad de lo que se tenía pronosticado, además de que septiembre pasado fue el mes más seco en el país desde 1942.

Durante su visita a Irapuato, en el marco de la inauguración de la edición número 28 de la Expo Agroalimentaria, Víctor Villalobos Arámbula aseguró que el cambio climático se ha convertido en uno de los principales enemigos del campo mexicano, pues fenómenos como la sequía ponen en riesgo la producción de alimentos en el país.

“El tema del agua sigue siendo un factor que cada día marca más la necesidad de cambiar nuestras prácticas agrícolas y esa es la tarea, seguir preparándonos porque el futuro de la agricultura es cada vez más difícil de predecir (…) el pasado mes de septiembre fue el más caluroso de que tengamos registro, con una temperatura casi tres grados superior por encima del promedio histórico. La temperatura media observada en nuestro país ascendió a 26.7 grados, mientras que la media climatológica es de 23.8 grados, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional”, dijo.

Añadió que la lluvia registrada fue 53 por ciento menor a la del periodo 1991-2020, con severos episodios de sequía en la mayor parte del territorio nacional, “por ello, en este contexto, el cambio climático es el factor externo más importante de nuestros días y al que la agricultura es especialmente vulnerable”, dijo el funcionario federal.

De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua, en su más reciente corte con fecha al 31 de octubre, mil 614 municipios del país, equivalentes a 65.3 por ciento del total del suelo mexicano, presentan alguna condición de sequía; 34 presentan sequía excepcional, 516 presentan sequía extrema, 462 tienen suelos con sequía severa y 597 presentan sequía moderada.

Villalobos Arámbula comentó que por esta razón en la Sader están llevando a cabo acciones emergentes para la atención del cambio climático y con ello adaptarse a esta otra nueva realidad, que es producir alimentos con poco recurso natural y en menos espacios.

“Como una particular acción y como nunca se había dado, hemos puesto especial énfasis en el cuidado y sobre todo en la conservación de los suelos agropecuarios y pusimos en marcha la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sostenible, con la cual México se convirtió en precursor de la política integral que vela por el cuidado de los recursos y contribuye a garantizar la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos que presentan los suelos para la agricultura actual y la agricultura del futuro”, dijo.

El titular de Sader explicó que además están llevando a cabo programas como el de Doctores de los suelos y el Programa Nacional de Nutrición Vegetal y Conservación de la Fertilidad del Suelo, para con ello ir atendiendo las problemáticas causadas por tener cada vez suelos secos o con menor humedad, pero que en ellos hay que seguir produciendo alimentos.

“En estas políticas públicas colabora la academia y participan cada vez más el mayor número de actores de nuestro sector agroalimentario”.

Expuso que también se cuenta con el Plan Estratégico de Cambio Climático del Sector Agroalimentario, “cuyo objetivo es alcanzar un sistema agroalimentario productivo, un sistema agroalimentario justo, incluyente, sustentable y bajo en la emisión de gases de efecto invernadero y resiliente ante los efectos del cambio climático”.

“El objetivo de todo esto es procurar la sostenibilidad de los recursos del sector primario e incrementar la productividad para asegurar la alimentación de las generaciones futuras, pero aplicando desde ahora buenas prácticas agrícolas, pecuarias y pesqueras”, dijo.

Señaló que, pese a las complicaciones para la producción agropecuaria, México se ha colocado en el séptimo lugar como exportador de alimentos en el mundo, pues le vende a 191 naciones que demandan todos los días los productos que se generan en el campo mexicano.