Comentario y Debate
Mauricio Valdés
La inflación en el mundo golpea en todos los países, en unos
menos que en otros. Por ejemplo, el ánimo en Argentina por ganar la Copa
Mundial del Futbol no logró impulsar su economía, que cierra el año con una
inflación casi del 100%, eso sí con el ánimo alto y la esperanza de mejorar
también. Y es obvio, porque las variables que impactan el crecimiento económico
que tiene indicadores diferentes a las pizarras del futbol, estas impactan el
ánimo de la población que, con buenas medidas de liderazgo, poco pueden hacer,
porque muchos de los factores son externos, en tanto los ingredientes internos
son de largo plazo.
El Gobierno del Presidente Alberto Fernández quien había
declarado la guerra contra la inflación, no logra los resultados buscados,
porque el contexto internacional es adverso, y en octubre del próximo año tiene
elecciones de Presidente. En consecuencia, se auto limitan en los ajustes
fiscales o recortes del presupuesto que impactarían las ayudas sociales.
Eso afecta sobre todo a las familias más pobres al aumentar
el precio de los energéticos, las medicinas y la comida. Y es claro, porque lo
que se requiere es principalmente aumentar la productividad, y en eso las
medidas acertadas de un liderazgo constitucional podrían ayudar, esperemos que
más adelante lo logren.
En lo que impactó el resultado del futbol, es que podría
animar a los inversionistas, aunque tardan en llegar, y por otra parte,
reactiva el sentimiento popular del “sí se puede”, y se trabaja más feliz. De
no aprovecharlo, el efecto positivo pasará pronto.
De ahí que algunos comentaristas proponen que el campeonato
que falta organizar, y claro que sería positivo, es la copa por el campeonato
en el crecimiento económico y el control de la inflación, así como la copa del
campeonato por reducir la pobreza. Parece sueño de Navidad, pero es cierto. Los
medios colectivos nos mueven más a una cancha, con pelotas y patadas, mientras
en lo demás, mejor calladitos.
El gobierno argentino hace malabares con sus medidas
antiinflacionarias: trata de contener el gasto, aplica más recursos a los
programas sociales, trata de recaudar dólares americanos por la pérdida de sus
reservas internacionales que casi llegan a cero y no logran detener la
depreciación de su moneda, con hasta 10 tipos dinámicos de cambio. Los turistas
le pegan fuerte al peso argentino, pues logran hasta el doble de pesos o más en
sus operaciones informales. Así al final del año, las críticas al Presidente
Fernández son por la inflación más alta en más de 30 años, la pérdida del poder
adquisitivo de su moneda, el crecimiento de la deuda pública, el deterioro de
la productividad y el crecimiento de la pobreza. Lecciones para aprender,
porque en el futbol sí tienen mucho que enseñar al mundo. Nuestro mejor deseo
es que pronto superen la situación que
lamentablemente suena a tango.
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