El hecho de que el presidente de la República haya fracasado en su intento por controlar al Poder Judicial cambiará muchos aspectos de la lógica judicial.
1.- ¿Garantiza la independencia de la Corte la elección de
la ministra Norma Piña como su presidenta por los siguientes cuatro años?
Me parece que sí, por dos razones.
La primera es por el perfil de la ministra, que ha mostrado
tanto en sus votaciones como en el sustento de ellas, que tiene un criterio
independiente y que entiende perfectamente el papel de la Corte como tribunal
constitucional, con las implicaciones políticas que este hecho tiene.
Un análisis del periodista Víctor Fuentes, publicado
en Reforma, señala que la ministra, entre los cinco candidatos, fue la
que menos votó favorablemente en 18 asuntos de interés del
presidente de la República.
La segunda es por lo que reflejó la Corte la votación de
ayer. Como le comentamos previamente en este espacio, hubo presiones diversas
para que los ministros se inclinarán a favor de Yasmín Esquivel. Sin embargo,
toda posibilidad de que ella ganara se evaporó a partir del escándalo derivado
de la presunción de que su tesis de licenciatura fue un plagio, un tema que aún
no está resuelto.
La ministra no quiso retirarse de la contienda y en la
primera ronda de votaciones obtuvo dos votos, presumiblemente el suyo propio y
el de Loretta Ortiz. Luego la realidad se impuso y salió de la contienda.
Este hecho y la elección de la ministra Piña, aseguran
que la Corte ganará espacios de independencia del Ejecutivo.
2.- ¿Viene un enfrentamiento entre poderes tras esta elección?
No lo veo así. En entrevista con El País antes de
su elección, Piña señaló: “Siempre he sido congruente con mis decisiones, eso
no implica que esté peleada con el Ejecutivo ni mucho menos. Es que opino según
lo que la Constitución nos marca, pero sin un afán de conflicto”.
La ministra ha sido directa en sus opiniones y sentencias. Y
ella misma, en la entrevista de referencia, alude a que siempre ha sido
transparente.
Pero, no me queda la menor duda, de que una presidencia de
la Corte que no sea proclive a quedar bien con el presidente López
Obrador propiciará críticas de un primer mandatario que buscó siempre
a un Poder Judicial que comulgara con sus creencias y que considerara
que avanzar en la llamada 4T era una prioridad, incluso respecto al cumplimiento
de la Constitución.
3.- Tras el fracaso de Yasmín Esquivel en su intento de
llegar a la presidencia de la Corte, ¿habrá de diluirse ya el tema del presunto
plagio de su tesis de licenciatura?
Mi percepción es que no. Creo que la UNAM tendrá ahora más
libertad para analizar con detalle y pulcritud todo lo sucedido. Ya no hay
presiones de quienes, hasta el final, todavía consideraron que la ministra
podría aspirar a quedarse con la presidencia de la Corte. No sé si la
conclusión definitiva sea que Esquivel plagió el documento. Menos aún está
claro que el hecho pueda implicar un retiro del título de licenciatura. La
legislación no es clara al respecto.
Me parece que el dictamen de la Fiscalía capitalina
no estaba dirigido a acreditarla para seguir en la contienda por la
presidencia. Esa carrera estaba ya perdida. Me parece que el favor que le hace
a la ministra la jefa de Gobierno es tratar de blindarla para que
permanezca en la Corte.
Pero, la suerte de Esquivel está en manos de la UNAM. Su
posición como ministra no será sostenible si el dictamen universitario es
que ella es la plagiaria. Y eso implicaría para la 4T, buscar a otra
persona que pueda ser respaldada por las dos terceras partes del Senado, lo que
hoy se ve muy complicado si se pretendiera imponer a alguna persona muy cercana
al presidente de la República.
4.- ¿Cambiará la correlación de fuerzas al interior de la
Corte con este resultado?
No me cabe la menor duda. El hecho de que el presidente
de la República haya fracasado en su intento de imponer a una presidenta
de la Corte con la cual tratara de controlar al Poder Judicial cambiará muchos
aspectos de la lógica judicial. No se trata solo de las votaciones de los
asuntos que lleguen al Pleno, sino en todas las otras instancias judiciales, desde
las salas de la Corte hasta los asuntos del Tribunal Electoral.
La evidencia de que el Poder Judicial tiene autonomía
influirá en las resoluciones de todos los jueces del país. Y eso es un
asunto trascendente para nuestra vida pública.
El Tribunal Administrativo
Con mucho menos reflectores que el de la Corte, el fracaso
de la 4T para instalar como nueva presidenta del Tribunal Federal
Administrativo a Natalia Téllez y el nombramiento de Guillermo Valls como su
nuevo presidente, es otra noticia muy positiva que refuerza la independencia y
autonomía del Poder Judicial en nuestro país.
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