La cerveza es una bebida alcohólica hecha de malta dulce o fermentada. También contiene lúpulo, el cual, además, es usado como aromatizante y para saborizar este producto naturalmente, según explica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España.
La cerveza suele hacerse con cebada en la mayoría de los
países, pero, también se emplea trigo, arroz, o mijo. Suele ser un buen
acompañante para las comidas debido a su sabor amargo y además, “el consumo de
cerveza, de forma moderada en adultos sanos no gestantes y que no consuman
fármacos con los que el alcohol pueda interferir, se relaciona con algunas
propiedades beneficiosas sobre la salud”, explica la misma institución.
Lo anterior, se debe a que la cerveza contiene niveles bajos
de azúcar, casi nada de materia grasa y bajo contenido en sodio. Además, aporta
fósforo al organismo y contiene vitaminas del grupo B, como la B12.
Por otro lado, el portal especializado en gastronomía y los
componentes de la comida GastroLab listó una serie de factores
negativos que puede traer el consumo diario de esta bebida:
1. Subir de peso: varios estudios científicos aseguran
que no hay nada específico de la cerveza que produzca gordura abdominal, por lo
que las calorías que engordan provienen del alcohol que esta puede contener. Cada
cerveza puede contener hasta 35 gramos de carbohidratos.
2. Entrar en depresión: un estudio publicado por la
Biblioteca Nacional de Medicina del Centro Nacional de Biotecnología señala
que quienes consumen grandes cantidades de alcohol a diario pueden
padecer depresión, comparados, con aquellos que moderan su consumo.
3. Padecer hipertensión: la tensión arterial podría
subirse si se consumen más de tres cervezas diarias. El problema de este tipo
de enfermedades es que suelen repercutir en el corazón.
4. Incrementa el riesgo de muerte prematura: la
Biblioteca Nacional de Medicina del Centro Nacional de Biotecnología e
Información, si se bebe cerveza en exceso y con frecuencia podría el
organismo tener “un riesgo de padecer muerte prematura, que quienes beben de
forma moderada o no consumen nada de alcohol”, explica GastroLab.
5. Padecer enfermedades hepáticas: si se consumen más
de 30 gramos al día de cerveza, es posible que se presente cirrosis en el
organismo y desencadene una enfermedad hepática grave.
Por otro lado, según la National Geographic, la
cerveza ayuda también para:
Protege de ataques al corazón: un equipo de investigación de
la Universidad de Scranton en Pennsylvania encontró que cervezas oscuras y
negras puede reducir los ataques al corazón. Por otro lado, el Dr. Joe
Vinson reveló que esta bebida puede reducir el riesgo de padecer aterosclerosis.
Disminuye el riesgo de diabetes: sumado a lo anterior, una
investigación hecha por la Universidad de Harvard, que fue publicado en la
revista American Diabetes Association, reveló que los hombres de mediana
edad que beben una cerveza al día pueden reducir el riesgo de padecer diabetes
tipo 2.
Reduce el riesgo de cálculos renales: el Instituto Nacional
de Salud Pública de Helsinki, Finlandia, realizó un estudio en el que se llegó
a la conclusión de que si se bebe una botella de cerveza al día, se reduce
el riesgo de tener cálculos renales en un 40 %.
Evita el envejecimiento: esta bebida tiene
antioxidantes naturales, lo que reduce el efecto de envejecimiento en la piel y
el cuerpo. Por otro lado, el lúpulo retrasa el envejecimiento celular, si es
consumido moderadamente.
Fortalece los huesos: los investigadores del Centro de
Investigación de Nutrición Humana de la Universidad de Tufts, en
Massachusetts, encontraron una asociación positiva entre la cerveza y una
mayor densidad ósea, ya que contiene minerales como silicio, magnesio y
fósforo.
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