Entre 4 mil y 5 mil migrantes, la mayoría
venezolanos pero también centroamericanos y caribeños, avanzaban en caravana
este martes por el sur de México con destino a la frontera con Estados Unidos.
El grupo se encontraba por la mañana en
Huehuetán, unos 30 kilómetros al norte de Tapachula, la ciudad junto
a frontera con Guatemala que es uno de los principales pasos de
los miles de migrantes que llegan a México. Todos caminaban por la
carretera casi sin presencia de las fuerzas de seguridad.
La salida de esta caravana, la mayor
conformada este este año, coincide con el inicio esta semana de la Cumbre
de las Américas, la cita que reunirá a representantes de casi todos los países
del continente en Los Ángeles para hablar, entre otras cosas, de cómo gestionar
de forma conjunta los crecientes flujos migratorios.
Llamado a cumbre de presidentes de América
Los activistas que acompañan al grupo
destacaron que uno de los objetivos es llamar la atención de los líderes
de América sobre las necesidades de quienes huyen de sus países.
Algunos migrantes se unieron hartos de
esperar en Tapachula sus trámites para lograr una regularización en
México. Otros que acababan de cruzar a México se unieron al saber del grupo
porque lo consideran una forma más segura de atravesar el país.
Keira Lara, una salvadoreña de 30 años, llegó
a México hace una semana con tres de sus cuatro hijos. Escuchó que había
una cumbre de presidentes al unirse a la caravana y pidió “que nos
dejen pasar, que no haya tanta corrupción en los gobiernos porque es por eso
que la gente migra de su país, en todas las fronteras nos pidieron dinero”.
Pero muchos en el grupo no sabían de la cita y
sólo esperaban avanzar hacia Estados Unidos, como María José Gómez, de 24, años
y Roselys Gutiérrez, de 25, una pareja de venezolanas que salieron de su país
por la homofobia y fueron agredidas físicamente por su orientación sexual en su
paso por Colombia.
“Estamos muy cansadas y con ganas que se
termine este tormento”, dijo Gómez. “Hemos caminado muchísimo en todo el viaje.
Pasamos por la selva del Darién y ya llevamos siete países con éste”.
Éxodo centroamericano y sudamericano
Más de 130 mil migrantes cruzaron en 2021
por el Darién, la selva que une Colombia con Panamá. De enero a junio de este
año ya van más de 34 mil, de ellos 18 mil venezolanos, según el Servicio
Nacional de Migración de Panamá.
Grupos de migrantes en caravanas salieron el
año pasado de Honduras y fueron interceptados en Guatemala, pero la mayoría ha
salido de Tapachula, la ciudad mexicana en la frontera guatemalteca donde no
dejan de acumularse migrantes.
Aunque alguna de esas caravanas fue
disuelta por la fuerza, en los últimos meses las autoridades mexicanas optaron
por ofrecerles a los migrantes autobuses y la posibilidad de regularizar su
situación en otros estados para descongestionar el sur de México.
La mayoría de los varados en el sur de México
se quejan de la lentitud de los trámites para solicitar refugio y de tener que
pasar meses en una ciudad donde malviven y no tienen trabajo.
México es uno de los países que ha insistido
en la necesidad de buscar soluciones conjuntas al fenómeno de la migración
porque la entidad oficial que gestiona las peticiones se encuentra desbordada.
El año pasado batió récords al recibir más de 130 mil solicitudes, el triple
que en 2020 cuando apenas superaron las 40 mil. En lo que va de 2022, según sus
cifras, ya se han recibido casi 50 mil solicitudes, un 20 por ciento más que el
mismo periodo del año pasado.
Sin embargo, ni el presidente de México, ni
los de Honduras, Guatemala y El Salvador estarán presentes en la Cumbre de las
Américas.
Aunque la salida de los migrantes en grupo
siempre conlleva mucha atención de los medios, las caravanas representan a una
minoría de las personas que cruzan México sin documentación, ya que la mayor
parte utiliza las redes de traficantes.
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