CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el predio donde se ubica la
subestación Buen Tono del Sistema de Transporte Colectivo Metro, un equipo de
15 arqueólogos, encabezados por la investigadora Alicia Bracamontes Cruz,
encontró los restos de una vivienda mexica asociada a una zona chinampera de la
antigua Tenochtitlan.
El
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó, a través de un comunicado,
que el hallazgo es resultado de los trabajos de salvamento arqueológico
realizados en las calles de Delicias y Buen Tono, en el Centro Histórico.
En noviembre de 2019, el gobierno de la Ciudad de México inició obras de
“modernización” en la Subestación de Energía Eléctrica de Alta Tensión Buen
Tono, con el propósito de optimizar los tiempos de traslado en las líneas del
Metro 1, 2 y 3.
Según
el INAH, dichas obras dieron pie a los trabajos de salvamento que han abarcado
dos y media hectáreas. Han podido reconocer así la transformación de esa zona a
lo largo del tiempo. En la capital tenochca, en el Posclásico Tardío, entre el
1200 y 1521, fue zona residencial y chinampera.
La
arqueóloga Bracamontes detalla en el comunicado que el predio se hallaba en los
límites de los barrios Yopico y Teocaltitlan, dentro de la llamada parcialidad
de Moyotlan, una de las cuatro que integraban Tenochtitlan.
Los
testimonios materiales comprenden los restos de la vivienda, distribuidos en
400 metros cuadrados, y la zona chinampera consiste en canales delimitados para
su comunicación con el resto del islote. Se encontraron como vestigios vigas de
madera.
Dentro
del área habitacional, bajo pisos de adobe de entre 11 y 15 centímetros de
grosor, se rescató un par de vasijas funerarias, clasificadas dentro de los
tipos Rojo Texcoco y Canal Café Monocromo. Contienen restos óseos de niños y
hay además un par de entierros asociados con una ofrenda de incensarios,
malacates y herramientas para hilar.
Asimismo
se halló una escultura en piedra del Posclásico Tardío, de 60 centímetros de
alto, orientada al este. Representa un hombre con maxtlatl (taparrabo), y está
en posición de lanzar algo. Describe el boletín que la falta de pulimento
permite establecer que no fue terminada:
Bracamontes
indica asimismo que hubo un asentamiento colonial entre los siglos XVI y XVII,
cuando hubo cuatro habitaciones y un patio. Ya en el XIX el terreno fue ocupado
por los baños públicos “Las Delicias” que dieron nombre a la calle, según las
crónicas de José María Marroquí. Y lo confirma el hallazgo de canales de agua
que corren de norte a sur y de este a oeste.
La
zona fue ocupada por diversos talleres de producción desde la época colonial
hasta 1960, la arqueóloga dice que hubo talleres de talabartería, cerámica y ya
hacia el siglo XX una jabonería.
Anunció
que los trabajos de exploración están por concluir y se continuará con los
estudios de gabinete.
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