Oportunidad de hacer nuevas preguntas al pasado con el objetivo de mejorar el presente
Las conmemoraciones son la ocasión en que los historiadores,
y el resto de la sociedad, cuestionan cuál es la importancia de su pasado. Con
estas palabras, la doctora Virginia Guedea Rincón Gallardo, investigadora del
Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), ha destacado la relevancia de
recuperar, revisar y analizar fechas fundamentales del devenir de la vida
nacional, como la del Bicentenario de la Consumación de la Independencia de
México.
La entrada del Ejército Trigarante a la capital, el 27 de
septiembre de 1821, y el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, pronunciada
un día después por la Junta Soberana que encabezaba Agustín de Iturbide,
terminaron los casi tres siglos del virreinato de la Nueva España y marcaron el
nacimiento de una nación soberana.
Sobre este parteaguas histórico, ocurrido hace 200 años, “la
historiografía reciente busca echar luz en las dinámicas regionales,
continentales e ibéricas que contribuyen al estudio de ese año decisivo, sin
descartar su estrecha relación con las grandes preguntas a las que obliga su
estudio desde el tiempo presente”, señala el IIH en la presentación de su Agenda
Conmemorativa para 2021.
La Independencia de México es vista desde distintos enfoques
y los especialistas contraponen tesis y versiones sobre los hechos: ¿Qué tuvo
más peso, lo que ocurría en España o lo que acontecía en territorio
novohispano? ¿Fue una revolución de criollos o todos los grupos sociales
reaccionaron contra el régimen colonial? ¿Todos los movimientos emancipadores
en América Latina fueron parte de una misma corriente o deben considerarse levantamientos
separados con propósitos propios?
Las discusiones académicas, las publicaciones especializadas
y las actividades culturales que surgen en el marco de la conmemoración,
permiten el diálogo entre interpretaciones distintas y el avance en la investigación
sobre aquellos hechos. Incluso, es necesaria una revisión del papel que jugaron
sus protagonistas.
“Es el momento de recuperar una visión de la historia
incluyente, donde estén todos los actores, ganadores y perdedores",
sentenció la doctora Guedea Rincón Gallardo en un foro reciente. En particular,
agregó la coordinadora del Seminario de Investigación sobre Historia y Memoria
Nacionales, es necesario recuperar la figura de Iturbide en toda su dimensión.
En resumen, es una oportunidad de hacer nuevas preguntas al
pasado.
El conocimiento de la historia, además, es indispensable para la construcción
de un mejor presente. No se trata sólo de evocar hechos, sino de comprender las
causas de la realidad que vivimos para tratar de dar solución a problemas
antiguos pero muy actuales, como la discriminación racial, la violencia de
género o la exclusión social.
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