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sábado, 12 de junio de 2021

Gobernar en coalición a nivel municipal será complicado pues uno de los partidos participantes termina teniendo el control del ayuntamiento: Especialistas

 Tras los comicios del 6 de junio y los triunfos de las dos coaliciones que participaron en el Estado de México viene lo más difícil: garantizar gobiernos municipales de coalición.






Y es que de acuerdo con especialistas, en el nivel municipal gobernar en coalición suele ser complicado, pues uno de los partidos participantes termina teniendo el control del ayuntamiento.

Tras los resultados electorales, expertos en gobernanza aseguraron que los ganadores de las alianzas "Va por el Estado de México" de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PAN-PRI-PRD) y "Juntos Haremos Historia" (PT-Morena- Nueva Alianza) tendrán que aprender a ser gobierno de coalición buscando siempre el bien común.

 “Históricamente, los ayuntamientos que son formados por partidos en coalición terminan obedeciendo al presidente municipal quién tiene, mas o menos garantizado el control del ayuntamiento por una serie de acuerdo que se establecen en las dirigencias de los partidos”, explicó Juan Carlos Villarreal, director del Centro de Planeación Estratégica y Prospectiva Política (Ceplan).

Y es que en este proceso electoral 2021, con tal de conservar el poder o regresar a la toma de decisiones en el nivel municipal, los partidos políticos hicieron alianzas con las demás identidades políticas, aunque no compartan la misma ideología.

 “Se formaron alianzas y coaliciones disímbolas, totalmente heterogéneas. Estas vorágines tan pragmáticas en la que importa ganar a costa de los que sean.

“Me parece que puede hacer que se terminen perdiendo en la identidad de cada partido político”, indicó Eduardo Rodríguez Manzanares, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM.

Un gobierno de coalición es aquel en el que se deberá plasmar una agenda legislativa en común, orientada a tener políticas públicas encaminadas a la población en general.

En México, esta figura sólo ha sido reconocida en el poder legislativo a partir de la reforma política-electoral del 2014, la cual se sustenta para construir mayorías, y así alcanzar una gobernabilidad democrática.

“Propiamente no son gobierno de coalición (los ayuntamientos y gobiernos locales). El gobierno de coalición está previsto en nuestra Constitución y se forma en el Poder Ejecutivo, en el caso de los ayuntamientos lo que se formaron fueron coaliciones electorales”, reiteró Juan Carlos Villarreal.

Partidos sin identidad

Estas coaliciones se han "normalizado" en la vida democrática del país, pues los partidos políticos se han sabido adaptar a las circunstancias electorales, convirtiéndose en entes pragmáticos que pueden establecer alianzas estratégicas con tal de ganar.

“Han olvidado, han abandonado sus raíces, han abandonado sus propias identidades que los hacen ser distintos a otras opciones políticas.

“Por eso se presentan ante el electorado como una alternativa factible y viable para ganar votos”, describió Rodríguez Manzanares.

Las coaliciones formadas para ganar a toda costa, después del 6 de junio, tienen la interrogante de cómo van a trabajar, pues por constitución, los partidos políticos son diferentes.

Sin embargo, ante esta normalización de coaliciones estratégicas para ganar, es poco probable que haya bloques opositores al interior de la planilla ganadora, pues a decir de los expertos, la única forma de enemistar a los integrantes ganadores de una planilla de coalición es que el presidente municipal sea autoritario y no esté abierto al diálogo.

Principales retos

Los expertos entrevistados coincidieron en que el principal reto que enfrentarán los gobiernos de coalición será en cómo resolver los problemas que afectan directamente a la población.

Como lo es el tema de la inseguridad, el cual no distingue de colores políticos ni de territorios.

“El reto es sentarse a discutir y ponerse de acuerdo cómo le hacemos para atender problemas torales, como, por ejemplo, el de seguridad, porque este tema no es un asunto de colores políticos”, enfatizó Rodríguez Manzanares.

Esto se ha convertido en el reto principal debido a que la ciudadanía mexiquense ha demostrados que emitir su voto puede ser considerado un premio o castigo al desempeño de las autoridades municipales. Ya que, ante el pragmatismo mostrado por los partidos políticos, el ciudadano ya no ve colores, sino candidatos y propuestas reales.

“El pasado domingo se observó que nosotros, la ciudadanía, ya no nos pasamos a la primera las propuestas que nos hagan y la ciudadanía tomó decisiones”, explicó el catedrático de la UAEM.

Pues esta falta de identidad de los propios partidos políticos, también ha repercutido en cómo la sociedad en general se identifica con estos, haciendo más fácil la tarea de disentir con ellos a la hora de emitir el sufragio.

“Hay cansancio, descrédito, desconfianza a quienes están gobernando, y entonces la ciudadanía está pensando más que en los partidos políticos, y ahora está viendo a los candidatos, por el boom de la comunicación política, el discurso, el manejo de imagen.”

“Ojalá viéramos, no solo la alternancia política, sino alternativas políticas para buscar mejoras en las condiciones de vida en nuestras poblaciones”, concluyó el politólogo entrevistado.

Asimismo, explicaron que los partidos políticos deben de buscar nuevos perfiles o liderazgos, que sean capaces de asumir los retos de una contienda electoral para los cargos de elección popular.

El director del Ceplan explicó que la única forma de ruptura entre los integrantes de los cabildos de los ayuntamientos de coalición es por los tratos administrativos, más que de representación ejecutiva.

“El motivo de la ruptura yo creo que vendrá de otro orden, hay que recordar que los regidores y los síndicos tienen un papel más de carácter de control, representación, pero no tienen un rol ejecutivo en el ayuntamiento”.

“La ruptura puede venir más bien de que no hay un equilibrio en términos de la relación de los regidores y el aparato administrativo”, enfatizó Villarreal.

Es decir, si los regidores o síndicos no son correspondidos y apoyados por los directores y coordinaciones que designó el alcalde, vendrán los conflictos de intereses particulares, haciendo difícil la labor de gobernar.

 “Esa es la mecánica de relación política de los ayuntamientos, desafortunadamente, dado a que no hay una profesionalización en la administración pública municipal, no hay servicio civil de carrera.

“Entonces cualquiera que esté a ese nivel sabe que depende de los apoyos del presupuesto para continuar con su carrera política”, puntualizó el analista Juan Carlos Villarreal.

Cabe recalcar que esta problemática de los gobiernos de coalición afectará a los ayuntamientos en los que haya ganado alguna de las dos coaliciones en el Estado de México; sin embargo, quién tenga el control sobre el presupuesto será el que se terminará imponiendo sobre los demás.

 

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