Tras los comicios del 6 de junio y los triunfos de las dos coaliciones que participaron en el Estado de México viene lo más difícil: garantizar gobiernos municipales de coalición.
Y es que de acuerdo con especialistas, en el nivel municipal gobernar en
coalición suele ser complicado, pues uno de los partidos participantes
termina teniendo el control del ayuntamiento.
Tras los resultados electorales, expertos en gobernanza aseguraron que los
ganadores de las alianzas "Va por el Estado de México" de los
partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución
Democrática (PAN-PRI-PRD) y "Juntos Haremos Historia" (PT-Morena-
Nueva Alianza) tendrán que aprender a ser gobierno de coalición buscando
siempre el bien común.
“Históricamente, los
ayuntamientos que son formados por partidos en coalición terminan obedeciendo
al presidente municipal quién tiene, mas o menos garantizado el control del
ayuntamiento por una serie de acuerdo que se establecen en las dirigencias de los
partidos”, explicó Juan Carlos Villarreal, director del Centro de
Planeación Estratégica y Prospectiva Política (Ceplan).
Y es que en este proceso electoral 2021, con tal de
conservar el poder o regresar a la toma de decisiones en el nivel municipal,
los partidos políticos hicieron alianzas con las demás identidades
políticas, aunque no compartan la misma ideología.
“Se formaron alianzas
y coaliciones disímbolas, totalmente heterogéneas. Estas vorágines tan
pragmáticas en la que importa ganar a costa de los que sean.
“Me parece que puede hacer que se terminen perdiendo en la
identidad de cada partido político”, indicó Eduardo Rodríguez Manzanares,
académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM.
Un gobierno de coalición es aquel en el que se deberá
plasmar una agenda legislativa en común, orientada a tener políticas
públicas encaminadas a la población en general.
En México, esta figura sólo ha sido reconocida en el poder
legislativo a partir de la reforma política-electoral del 2014, la cual se
sustenta para construir mayorías, y así alcanzar una gobernabilidad
democrática.
“Propiamente no son gobierno de coalición (los ayuntamientos y gobiernos
locales). El gobierno de coalición está previsto en nuestra Constitución y se forma
en el Poder Ejecutivo, en el caso de los ayuntamientos lo que se formaron
fueron coaliciones electorales”, reiteró Juan Carlos Villarreal.
Partidos sin identidad
Estas coaliciones se han "normalizado" en la vida
democrática del país, pues los partidos políticos se han sabido adaptar a las
circunstancias electorales, convirtiéndose en entes pragmáticos que
pueden establecer alianzas estratégicas con tal de ganar.
“Han olvidado, han abandonado sus raíces, han abandonado sus propias
identidades que los hacen ser distintos a otras opciones políticas.
“Por eso se presentan ante el electorado como una alternativa factible y viable
para ganar votos”, describió Rodríguez Manzanares.
Las coaliciones formadas para ganar a toda costa, después del 6 de junio,
tienen la interrogante de cómo van a trabajar, pues por constitución, los
partidos políticos son diferentes.
Sin embargo, ante esta normalización de coaliciones estratégicas para ganar, es
poco probable que haya bloques opositores al interior de la planilla ganadora,
pues a decir de los expertos, la única forma de enemistar a los
integrantes ganadores de una planilla de coalición es que el
presidente municipal sea autoritario y no esté abierto al diálogo.
Principales retos
Los expertos entrevistados coincidieron en que el principal
reto que enfrentarán los gobiernos de coalición será en cómo resolver los
problemas que afectan directamente a la población.
Como lo es el tema de la inseguridad, el cual no
distingue de colores políticos ni de territorios.
“El reto es sentarse a discutir y ponerse de acuerdo cómo le hacemos para
atender problemas torales, como, por ejemplo, el de seguridad, porque este tema
no es un asunto de colores políticos”, enfatizó Rodríguez Manzanares.
Esto se ha convertido en el reto principal debido a que la
ciudadanía mexiquense ha demostrados que emitir su voto puede ser considerado
un premio o castigo al desempeño de las autoridades municipales. Ya que, ante
el pragmatismo mostrado por los partidos políticos, el ciudadano ya no ve
colores, sino candidatos y propuestas reales.
“El pasado domingo se observó que nosotros, la ciudadanía,
ya no nos pasamos a la primera las propuestas que nos hagan y la ciudadanía
tomó decisiones”, explicó el catedrático de la UAEM.
Pues esta falta de identidad de los propios partidos
políticos, también ha repercutido en cómo la sociedad en general se identifica
con estos, haciendo más fácil la tarea de disentir con ellos a la hora de
emitir el sufragio.
“Hay cansancio, descrédito, desconfianza a quienes están
gobernando, y entonces la ciudadanía está pensando más que en los partidos
políticos, y ahora está viendo a los candidatos, por el boom de la comunicación
política, el discurso, el manejo de imagen.”
“Ojalá viéramos, no solo la alternancia política, sino
alternativas políticas para buscar mejoras en las condiciones de vida en
nuestras poblaciones”, concluyó el politólogo entrevistado.
Asimismo, explicaron que los partidos políticos deben de
buscar nuevos perfiles o liderazgos, que sean capaces de asumir los retos de
una contienda electoral para los cargos de elección popular.
El director del Ceplan explicó que la única forma de ruptura
entre los integrantes de los cabildos de los ayuntamientos de coalición
es por los tratos administrativos, más que de representación ejecutiva.
“El motivo de la ruptura yo creo que vendrá de otro orden, hay que recordar que
los regidores y los síndicos tienen un papel más de carácter de control,
representación, pero no tienen un rol ejecutivo en el ayuntamiento”.
“La ruptura puede venir más bien de que no hay un equilibrio en términos de la
relación de los regidores y el aparato administrativo”, enfatizó
Villarreal.
Es decir, si los regidores o síndicos no son correspondidos y apoyados por
los directores y coordinaciones que designó el alcalde, vendrán los
conflictos de intereses particulares, haciendo difícil la labor de gobernar.
“Esa es la mecánica
de relación política de los ayuntamientos, desafortunadamente, dado a que no
hay una profesionalización en la administración pública municipal, no hay
servicio civil de carrera.
“Entonces cualquiera que esté a ese nivel sabe que depende de los apoyos del
presupuesto para continuar con su carrera política”, puntualizó el
analista Juan Carlos Villarreal.
Cabe recalcar que esta problemática de los gobiernos de coalición afectará a
los ayuntamientos en los que haya ganado alguna de las dos coaliciones en el
Estado de México; sin embargo, quién tenga el control sobre el presupuesto será
el que se terminará imponiendo sobre los demás.
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