Aunque parezca increíble, el dirigente de la Sección 9
del Sindicato de Salud en el Estado de México, recibió en el 2019 dos
bonos por más de 400 mil pesos, por parte del ISEM; en tanto, miles
de trabajadores han enfrentado al Covid-19, sin equipos de
protección para no contagiarse, soportando que las plazas y el Bono
Covid, se otorguen a amigos y familiares de los dirigentes, siendo
además amenazados por las autoridades al exigir transparencia
y libertad sindicales
Por I. León Montesinos
Contra todo sentido de austeridad de la 4T y obteniendo compensaciones muy superiores a las del presidente de la República, el dirigente de la Sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Domingo Ortuño Maldonado, puede considerarse sobreviviente en la élite dorada de los privilegios oficiales al obtener en diciembre del 2019, dos bonos emitidos a su favor por las autoridades del Estado de México y que sumados arrojan la cantidad de 405 mil 225 pesos, libres de impuestos.
Ante el creciente descontento de una base sindical de más de
50 mil trabajadores que desde hace un año ha enfrentado la pandemia del
Covid-19 sin los equipos de protección necesarios para proteger su salud y
salvar su vida, los excesos de Ortuño Maldonado y su círculo cercano de
familiares, colaboradores y líderes menores, resultan un potenciado agravio.
Ortuño, cerveza en mano, le canta al derroche y la
corrupción
Hace apenas unos días, circuló en lose diversos nosocomios y
centros de salud mexiquenses un comunicado difundido por los dirigentes de las
ocho secciones del SNTSA, invitando a los trabajadores pertenecientes al
Instituto de Salud del Estado de México a sumarse al acto de protesta que debía
realizarse este martes 27 de abril en la ciudad de Toluca.
De acuerdo a los líderes, las autoridades estaban renuentes
a otorgarles el Bono Covid del pasado año y el de Apoyo a la Canasta Básica,
también conocido como el Bono del Gobernador, que desde 2008 se instituyó
siendo gobernador Enrique Peña Nieto, para apoyar la economía de los
sindicalizados del sector salud en el estado. Además, se señalaba en la
convocatoria que exigirían terminar con la carencia de medicamentos para
atender a los pacientes.
Bono para el líder de la nueve por casi un cuarto de millón
Pero en el transcurso del pasado viernes 23, los dirigentes
del SNTSA con Domingo Ortuño a la cabeza en su calidad de Vicepresidente
Nacional de su organización, difundieron una minuta firmada horas antes, donde
se llegó a un acuerdo con las autoridades en dos puntos básicos: el Bono Covid
que en teoría debe repartirse entre los trabajadores que laboran en la primea
línea de riesgo, por un monto de 4 mil pesos, se incrementó de 17 a 43 millones
de pesos; y el Bono de la Canasta Básica pasó de 6 mil 800 pesos que se
entregaron a cada empleado en 2020, a 7 mil 100 pesos para este año; es decir,
hubo un incremento de 300 pesos.
EL RECICLADO PLIEGO PETITORIO
De acuerdo a la minuta difundida, bastaron dos horas –de las
9;00 a las 11;00 am del día 23–, para que funcionarios y líderes alcanzaran el
acuerdo, por lo que la protesta a realizarse quedó cancelada. Lo publicitado en
sus redes sociales como un gran logro por los dirigentes del Sindicato de
Salud, para los burlados trabajadores no fue otra cosa que el acostumbrado
chantaje para meter “al orden” a los nuevos funcionarios del área
administrativa del ISEM, tal y como ocurrió en 2018. De hecho, en los “logros”
alcanzados se les olvidó otro pequeño detalle: pelear por los medicamentos para
atender a la población, como lo habían anunciado.
Trabajadores y dirigentes de las nacientes organizaciones
sindicales del Sector Salud, coinciden en señalar que esta estratagema es bien
conocida por las bases, pues los otros doce puntos del reciclado pliego
petitorio que sus líderes vienen presentando desde hace 25 años a las
autoridades, nunca son realmente peleados, como es el eternizado reclamo de los
verificadores sanitarios para ser basificados. Los sindicalizados saben que sus
dirigentes jamás han transparentado los procesos escalafonarios ni la
asignación de plazas, las cuales son otorgadas a familiares, amigos e
incondicionales.
Su hijo Vladimir, líder de la Subsección 15
Por ejemplo, en la jurisdicción sanitaria de Nezahualcóyotl,
la líder de la 19 del SNTSA, Honoria Arellano Campos, se ha dado el lujo de
repartir unas cien plazas sindicales para sus familiares y cercanos, entre los
diversos centros de salud de ése municipio, según estima de manera conservadora
la líder de la Sección 37 del naciente Sindicato de Trabajadores del Sistema
Nacional de Salud (STSNS), María Guadalupe López.
Domingo Ortuño, dirigente de la sección mayoritaria del
EdoMéx y que además tiene bajo su cargo varias subsecciones, colocó desde hace
años al frente del Hospital de las Américas, en Ecatepec, a su cuñado José Luis
Martínez Lascón –recién fallecido–; y a su hijo Vladimir Ortuño González, en la
Subsección 15 del Hospital General de Naucalpan.
El descontento de los trabajadores con el estilo caciquil
operado desde hace décadas por los líderes del SNTSA en el Estado de México
tiene justificadas razones: por ejemplo, al desaparecer el seguro popular,
tanto Ortuño como los demás dirigentes anunciaron que no permitirían que con la
entrada del INSABI, ningún empleado por contrato fuera despedido, pero se
cruzaron de brazos cuando más de 2 mil de ellos fueron dados de baja.
La crisis sanitaria del Covid-19 vino a detonar el malestar
generalizado de todo el personal del ISEM: los pasmados líderes se abstuvieron
de alzar la voz para exigir a las autoridades los insumos y equipos necesarios
para proteger a sus representados. A la fecha no hay un número exacto de
trabajadores fallecidos por tal indolencia, como tampoco de los contagiados.
Y menos existe un registro del personal que laborando en la
primera línea de riesgo debió hacerse merecedor del Bono Covid de 4 mil pesos.
Tal recurso de 17 millones fue asignado de manera arbitraria por autoridades y
representación sindical a sus incondicionales. Eso sí, no han menudeado los
abusos y despidos injustificados. Se estima que por tal motivo existe unos 2
mil juicios laborales en contra de la institución. Los trabajadores deben
contratar sus propios abogados pues saben que su representación sindical no
mueve un dedo en la defensa de sus derechos.
JUGOSOS “DOMINGOS” PARA DOMINGO
Pero todo apunta a que este mutis generalizado de los
líderes mexiquenses del SNTSA tiene poderosos trasfondos y complicidades con
los funcionarios del ISEM. Ejemplo de ello es el propio Vicepresidente del
SNTSA, Domingo Ortuño Maldonado, que en su calidad de líder de la Sección 9,
recibe un trato salarial preferente.
Veamos por qué:
El 13 de diciembre del 2019, en su calidad de comisionado
sindical y con el puesto de Verificador o Dictaminador Especializado “D”,
obtuvo del Instituto de Salud del Estado de México dos bonos de fin de año:
Uno, por 208 mil 438 pesos con 13 centavos; y otro por 197 mil 387 pesos 01
centavos. Total: 405 mil 825 pesos con 14 centavos. Libres de impuestos.
A costa del erario mexiquense, otro bono por 197 mil pesos
para Ortuño Maldonado
Los jugosos “domingos” para Domingo, que le concede el
gobierno del Estado de México incluyen no únicamente compensaciones especiales
de fin de año; al decir de sus opositores, también contemplan licitaciones de
vestuario y algunas actividades subrogadas, sin descontar el presunto apoyo de
80 mil pesos del que gozan todos los líderes de las ocho secciones del
Sindicato de Salud, en la jurisdicción mexiquense.
Seguramente que muchos dirigentes del sector burocrático del
país, palidecerán de envidia al enterarse de la nómina VIP que favorece a
Ortuño Maldonado, cuyas remuneraciones especiales superan con creces a las del
propio Andrés Manuel López Obrador, como presidente de la República.
De acuerdo a grupos disidentes de la nueve, el poder
económico y hasta político acumulado por Ortuño Maldonado es tal que algunos de
sus cercanos aseguran, se encuentra listo para disputar el trono nacional del
SNTSA a Marco Antonio García Ayala.
AMOROSO Y REDITUABLE NEPOTISMO
También en el trato especial de los bonos de fin de año del
ISEM, en 2019, apareció el hijo de Domingo, Vladimir Ortuño González, quien con
una plaza de camillero alcanzó una gratificación de 45 mil pesos. Al respecto,
una duda alza insistente la mano: ¿Gozarán todos los camilleros de este
beneficio?
Nepotismo y corrupción de la mano; otra compensación de 45
mil pesos
Por añadidura, se explica en buena medida el por qué la
imperiosa necesidad de mantener a raya a las bases sindicales y, sobre todo,
impedir que nuevos sindicatos invoquen la transparencia y el respeto al
contenido de la Reforma Laboral y el Capítulo Laboral del T-MEC, donde el voto
libre, directo y secreto amenaza con echar abajo al corrompido arquetipo
corporativo.
El asunto es en extremo delicado porque según denuncian
sindicatos que luchan por ganar espacios, muchos funcionarios insisten proteger
la red de intereses creados, bajo el argumento de que el SNTSA es el único que
tiene interlocución válida, cuando las nuevas organizaciones cuentan con tomas de
nota debidamente expedidas por la Secretaría del Trabajo.
Con los nuevos ordenamientos, estos funcionarios, incluido
el Secretario de Salud del EdoMéx, Gabriel O´Shea Cuevas, podrían ser
responsables de delitos en materia laboral. Hace unos días, por ejemplo,
inspectores del trabajo pidieron la intervención judicial para investigar las
anomalías registradas en la votación de un contrato colectivo en la planta
General Motors de Silao, Guanajuato, donde líderes de un sindicato de corte
cetemista la pueden pasar muy mal de comprobárseles su intención de alterar la
libre decisión de los trabajadores.
Si los caciques de las secciones del Sindicato de Salud
insisten en amedrentar a los trabajadores con el apoyo de funcionarios que aún
no dimensionan los alcances de la nueva Reforma Laboral, se estarán colocando,
gracias a sus excesos y corrupciones, en la mira de la propia Presidencia de la
República.
Los dirigentes del SNTSA ya le tomaron la medida a del Mazo
En el nuevo contexto político sindical, tanto el dirigente
de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE),
Joel Ayala Almeida, como su sobrino y también enraizado líder del SNTSA, Marco
Antonio García Ayala, deben ser cuidadosos para no proteger a caciques
regionales como Domingo Ortuño, pisoteando la libre decisión de las bases, como
hasta ahora ha sucedido.
La Cámara de Diputados acaba de aprobar una reforma
precisamente para garantizar la libertad sindical dentro de la esfera
burocrática, eliminando la exclusividad de la representación gremial que antaño
se le concedía a la FSTSE. Este año, el SNTSA deberá reformar sus estatutos
para elegir por primera vez a sus dirigentes nacionales mediante el voto libre,
directo y secreto de sus miles de agremiados de todo el país. Ir sentando un
mal precedente en el EdoMéx, terminará impactando en lo políticos tanto al
titular del ISEM como al gobernador, Alfredo del Mazo. ¿Correrán tal riesgo en
aras de proteger al anquilosado modelo sindical y sus corruptos líderes?
Nuestro correo: garrasleon@gmail.com
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