La pediatra Ana Paola de Cosio Farias señaló que cuando los trabajadores piden una fecha estimada para saber cuándo serán inoculados, las autoridades aseguran no tener control al respecto.
Ana Paola de Cosio Farias, pediatra y
endocrinóloga pediatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
presentó su renuncia a la dependencia en protesta a que directivos están siendo
vacunados contra el COVID-19 antes que el personal sanitario que atiende la
pandemia.
"Mi enojo es que en este momento no
estén vacunando al personal de primera línea, que delante de muchos de nosotros
hemos visto a administrativos que se han saltado el orden de la lista de
vacunación y ya están vacunados siendo que ellos no están directamente
expuestos al ver a los pacientes que tiene COVID-19", dijo en entrevista
con Omar Cepeda en El Financiero Bloomberg.
De Cosio, quien explicó que trabaja en el
hospital de Pediatría del Centro Médico Siglo XXI, denunció que cuando el
personal pide una fecha estimada para saber cuando serán inoculados, las
autoridades les dicen que no tienen control de las listas.
La 'gota que derramó el vaso'
La pediatra explicó que el jueves 31 de diciembre fue asignada al área respiratoria, ante lo cual solicitó que alguna persona trabajadora sanitaria que ya hubiera sido vacunada contra el patógeno fuera asignada en su lugar.
"Recibí la amenaza de que me iban a
reportar por ausentismo en el trabajo. Esa fue la gota que derramó el vaso, que
no hubo apoyo por parte de las autoridades", subrayó.
La doctora pidió a la población quedarse en
sus casas y no bajar la guardia ante l aumento de hospitalizaciones por el
virus SARS-CoV-2 pues, remarcó, cada vez es menos el personal que forma parte
de la primera línea de atención.
"Muchos compañeros ya han estados
contagiados, algunos tienen secuelas y algunos han fallecido",
agregó.
"Creo que hay que levantar la voz y
que se sepa lo que está pasando y que el personal de salud de primera línea
tenga prioridad para recibir la vacuna", remarcó.
El testimonio de la doctora De Cosio
contradice las instrucciones giradas tanto por el Gobierno federal como por Zoé
Robledo, director del IMSS, quien el miércoles subrayó que nadie que no fuera personal médico de primera línea de la institución
debe ser inoculado.
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