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jueves, 28 de mayo de 2020
El detallito que se olvidaba del nuevo aeropuerto
Darío Celis
Según los cálculos de la Defensa Nacional, de Luis Crescencio Sandoval, el aeropuerto Felipe Ángeles, que se construye en lo que es la Base Aérea Militar de Santa Lucía, costará unos 172 mil millones de pesos.
Al tipo de cambio actual, equivale a unos 7 mil 700 millones de dólares, más lo que se acumule por trabajos adicionales, como tirar lo construido que estorba a las pistas y un museo para 60 mamuts.
Pero lo que no terminaba de quedar claro era el costo de las obras de conectividad terrestre con dos importantes centros de demanda: el actual Aeropuerto Internacional de la CDMX y el de Toluca.
Un Sistema Metropolitano de Aeropuertos debería estar interconectado, lo cual implica la construcción de vialidades y de acceso por ferrocarril para transportar pasajeros y trabajadores.
Entre el actual aeropuerto y el que se construye hay 50 kilómetros. Un tren mediano costaría cerca de 5 mil millones de dólares y una carretera elevada costaría unos 900 millones de dólares.
Entre el de Toluca y Santa Lucía hay 102 kilómetros, si la autopista México-Toluca fuera una vialidad idónea habría que hacer una carretera elevada entre Santa Fe y el monumento a La Raza.
En ese punto se podría interconectar con la vialidad hasta el Felipe Ángeles, que son unos 17 kilómetros, lo que implica el desembolso por parte del gobierno de la 4T de otros 290 millones de dólares.
Un tren tendría que aprovechar la actual infraestructura. Se habla de hacer una combinación que incluya la terminal de Observatorio del tren México-Toluca, a la que le faltan 25 mil millones de pesos de inversión.
De ahí, el usuario tomaría el Metro con vagones dedicados hasta Buenavista y de ahí se transbordaría al tren Buenavista-Huehuetoca-Tecámac-Santa Lucía, ramal del Buenavista-Cuautitlán aún no construido.
No obstante, estamos hablando más o menos de 7 mil 500 millones de dólares, una cantidad similar al presupuesto original de Santa Lucía.
Todo esto con cálculos muy austeros y pensando en aprovechar al máximo lo ya existente. Es decir: entre los 7 mil 700 millones de dólares originales y el presupuesto total, hay un excedente de 7 mil 500 millones.
Ese plus corresponde estrictamente a la infraestructura de conectividad. O sea que en el aeropuerto de Andrés Manuel López Obrador terminaría saliendo más caro el caldo que las albóndigas.
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