CIUDAD DE MÉXICO
"Joker no sólo es una extraordinaria película, también un gran documento de salud mental, porque en el protagonista existen múltiples factores que detonan su enfermedad: genes desconocidos, pero de alto riesgo; crianza caótica; trauma craneano; nadie siente empatía por él; tiene acceso a armas y además, en un sistema médico fallido, le dejan de suministrar los medicamentos que lo ayudaban a controlar su impulsividad”, explicó Alonso Riestra, neurólogo del comportamiento y coordinador de "Neuroespacio" del Hospital Ángeles Lomas.
El médico explicó que el personaje interpretado por Joaquin Phoenix, no es un paciente con déficit de atención, aunque consideró que quienes padecen este trastorno tienen una conjugación de factores que van desde lo genético, a lo familiar, la crianza, hasta que algo cambia y aumenta, y es ahí cunado se denota la enfermedad.
"El Déficit de Atención es un padecimiento que existe. No nos lo inventamos los psiquiatras o los psicólogos, por favor dejémonos de esos conceptos arcaicos", manifestó el neurólogo.
Este viernes se llevó a cabo una conferencia sobre el Déficit de Atención en Adultos, en el Neuroespacio del Hospital Ángeles Lomas, una estrategia creada por Instituto mexicano de Neurociencias, Instituto de Neurociencias Ángeles y el Instituto de Neurobiología de la UNAM para acercar el conocimiento clínico a la comunidad.
El psiquiatra Jaime Aguilar; la directora en el Centro de Neurorehabilitación Ángeles, Gabriela Galindo y Alonso Riestra expusieron cómo detectar algunos síntomas, tratamientos y estrategias para los adultos diagnosticados con Déficit de Atención.
“Es rarísimo que alguien con déficit llegue a consulta con ese motivo de queja. Más bien llegan diciendo que son impuntuales, que todo se les pierde todo, se les olvidan las citas, que pierden la chequera. Generalmente llegan porque alguien más lo lleva, como en el caso de la pareja o curiosamente se identifican cuando llevan a sus niños”, expuso la doctora Gabriela Galindo.
Por su parte, el neurólogo Alonso Riestra, subrayó la importancia de poner atención cuando una persona deja de lograr metas cuando algo en su entorno cambia.
“Una persona puede estar sufriendo un déficit de atención, cuando al entrar a la universidad ya no se pudo; al dejar la escuela barco, donde todos los maestros lo conocían desde chiquito, ya no se pudo; al cambiar de trabajo y tener más exigencias, ya no se pudo".
El doctor Jaime Aguilar, además de atender a pacientes con TDA, él mismo fue diagnosticado con este padecimiento, desde que comenzó a estudiar la especialidad.
“Dio mucho sentido a muchas cosas, que me habían pasado a lo largo de la vida… como en el resto de las enfermedades, no se puede medir con un examen de laboratorio, de gabinete, es muy complicado en este tiempo en el que estamos acostumbrados a que todo nos lo demuestren, poder identificar que estamos teniendo un problema”, dijo.
Los especialistas aseguraron que si un paciente con déficit, llega a tener un tratamiento y estrategias adecuadas pueden llegar a mejorar su la calidad de su vida y disminuir las consecuencias de la distracción, inatención o hiperactividad y comenzar a potencializar áreas en las que estos adultos suelen brillar como en la creatividad, ventas o negociaciones.
Destacaron que, quienes padecen este trastorno suelen ser muy simpáticos y populares. Vendedores de ideas, simpatía y sensibilidad, son calificados como personas que tienen mucho ángel.
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